Por PRODEFA
Temas: Chiapas

Angeles Mastretta escritora y periodista reconocida internacionalmente. Mexicana, nació en Puebla el 9 de octubre de 1949. ANTITAURINA.

El 23 de abril  pmo. pdo. escribió en su blog en donde narra sus experiencias cotidianas lo que a continuación transcribo:

                                       TARDE DE TOROS.

A mi abuelo materno le fascinaban los toros y el box.  A mi padre, los dos lo entristecían.  Yo tuve por mi padre y mi abuelo una devoción que, ahora sé, me partía en dos sin que me diera cuenta.

Pienso en esto a propósito de la condescendiente y noble controversia en torno a los toros, que se ha dado entre comentarios de este blog.

Yo ahora no soportaría una corrida, pero ni el primer torero, ni siquiera la puerta abriéndose para entregar a un animal hermoso, que tiene ojos y pestañas como los nuestros, al rugido de colores que señorea la fiesta.

En una página de “Mal de amores”, recuperé lo que provocó en Emilia el final de una corrida de toros, dominada por Ponciano Díaz, el primer torero mexicano:  Ponciano Díaz era un hombre sencillo y buen conversador, al que Emilia conoció una tarde en que su padre la llevó a los toros, vestida de china poblana y cargando un ramo de claveles más grande que ella.

Al final de la corrida, Diego bajó al ruedo con su hija y ella le entregó las flores a aquel hombre sudado y exhausto vestido de andaluz, al que la autoridad de la plaza de Puebla había ccondecorado con una banda verde blanca y roja igual a la que usaba el presidente de la república.  Emilia le dio los claveles con una sonrisa más bien tímida y Ponciano que tras la niña descubrió a su amigo, no tuvo mejor idea que cargarla, y dar vueltas con ella en brazos.

Le habían puesto una corona de laureles, tenía manchado el traje oscuro y olía a sangre como si él mismo fuera un toro lastimado.

“Yo no quiero a Mazzatini

ni tampoco a Cuatro Dedos

al que quiero es a Ponciano

que es el rey de los toreros”, cantaba la gente para acompañar la danza de su torero preferido.

Cuando Ponciano la regresó al suelo después de besarla mientras felicitaba a Diego Sauri por su “hermosa vaquilla”, Emilia miró su falda bordada de lentejuelas, sucia de sangre y tierra, miró a los tendidos en que la gente seguía gritando su delirio patrio por el primer torero mexicano y se encajó los dientes en la orilla de un labio para no ponerse a llorar.  Desde entonces la fiesta de llos toros provocó en ella una mezcla de horror y entuciasmo que le costaba esconder.”

No voy a discutir con Paco, ni con Daniel, ni con Tatip y cónyuge, menos aún con Rosa Jiménez Cano, su gusto por lo que se llama la fiesta brava, es sólo que no lo camparto, y estos asuntos son como la religión, cosas de cada quien.

PRODEFA los deja con los siguientes pensamientos para reflexionar:

“Llegará el día en que los hombres serán juzgados por la muerte de un animal como hoy se juzga el asesinato de un hombre.”  Leonardo da Vinci. artista italiano y genio universal.

“La crueldad con los animales y también la indiferencia respecto a sus sufrimientos es en mi opinión uno de los pecados más graves del género humano.  Es la base del deterioro humano.  Si el hombre causa tanto sufrimiento, ¿qué derecho tiene entonces a quejarse cuando sufre él mismo?”

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