Haya por los años 1890 o 1900 era muy conocida la leyenda de la carreta de San Pascualito, les contaré mi experiencia con San Pascualito.

Una noche húmeda y cálida como siempre en Chiapas,para ser mas exacto en un pueblito llamado Tehuacan pasando el municipio de Cintalapa, si mal no recuerdo en los meses de marzo o abril, platicando con mi abuela acerca de cuentos y leyendas, y tras tanta insistencia ella se animó a contarme una de las tantas leyendas que sus abuelos le habian contado: la de San Pascualito.

Entusiasmado me senté a escuchar el increible relato que por mucho tiempo habia anhelado, asi pasaron horas de platica y la vez atención que pocas veces le prestaba a mi viejita. Pero llegó la hora de dormir y a pesar del miedo que sentía inconscientemente me hice el valiente para dormir solo en un cuarto de aspecto sombrio, espelusnante y tenebroso.

Cual fue mi sorpresa, en plena madrugada me levanté por un vaso de agua, eran como las 2 de la mañana, aclaro que estaba en un ranchito asi que ya imaginaran el tipo de casa: de madera vieja, rechinidos por doquier, olores raros y bichos por todos lados.

Pero asi trastabillando llegue a mi cama improvisada pegada a la pared que estaba a ras de calle. Al recostarme escuche claramente a lo lejos un ruido, si increible un ruido de una carreta, de una carreta jalada mínimo por un caballo.

Al momento que lo escuche entre en shock, como iba a poder ser real una leyenda que según yo era para espantar niños, cada vez escuchaba mas cerca el rechinido de las llantas de madera en las piedras de la calle, y el andar de la bestia que la halaba.

No podia ni con mi alma, el miedo cubrio todo mi cuerpo, empecé a sudar frio, pero como dicen la curiosidad mato al gato, logré asomarme unos centímetros a la venta para ver que iba en la calle.

Nunca he podido borrar la imagen tan extraña cosa, era una especie de carreta de madera jalada por un caballo, mas bien una silueta de caballo y arriba un sombra profundamente negra que la conducia sosteniendo en su mano derecha una especie de haza puntiaguda.

De inmediato me tire al colchón y me puse a rezar por cualquier cosa nos fuera a ser la de malas y asi me agarro el sueño.

Al otro día le conté a mi abuela y claramente me recordó algo, San Pascualito es la muerte, el se encarga de venir por los que ya estan muertos en vida, aquellos que ya no deben de estar en esta tierra, aquel que lo ve de seguro se lo lleva, se enferma y regresa por él.

Por: Jesús Torija

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