El templo de San Agustín en la localidad de Teopisca, Chiapas, construido en el siglo XVI por los frailes dominicos, y donde el fraile dominico Thomas Gage, en una visita que hizo en 1626 a la localidad manifiesta que “no había nada que valiera la pena en el pueblo como la iglesia”, a la cual se refiere como “grande y fuerte donde se producía buena música”[1]
Existe una referencia que lo describe Markman, que el donador del retablo fue el español Sebastián de Olivera Ponce de León, que vivió en Ciudad Real a principios del siglo XVIII, era dueño de la casa situada en la esquina de la Plaza Mayor frente al Seminario Conciliar[2], y murió en 1714. El retablo se hizo cuando todavía él vivía y fue donado a la Compañía de Jesús (Jesuitas)[3] e instalado en la Iglesia de San Agustín en Ciudad Real a escasos 100 metros de la alameda central.
De acuerdo a su albacea[4] y dado que no tenía herederos dejó su propiedad como herencia a la Compañía de Jesús, por lo que en 1881, por orden del obispo don Ramón Moreno y Castañeda se trasladó el retablo a la localidad de Teopisca, quizá debido a la expulsión que sufrieran los jesuitas por toda Nueva España y su restauración de esta Compañía en 1874.[5] En la parte inferior del retablo hay una inscripción que reza así:
Al lado izquierdo del espectador: |
Al lado derecho del espectador: |
TALLÓSE IDO RÓSE ESTE RE TABLO A COS(T)A DEL SEÑOR MAESTRE D(E) CAM PO |
Dn SEBASTIAN D(E) OLIVERA PON SE D(E) LEÓN I D(E) LA Sa Da ANA D(E) AGUILAR SU MU GER |
El Retablo dedicado al santo Agustín, está compuesto por tres cuerpos y un remate superior, descansando todo el retablo sobre un banco y sotabanco. Asimismo se compone de cinco calles, la calle central adelantada con respecto a las demás y es notable el realce de los entablamentos, especialmente sobre los capiteles de las columnas y debido a que estas son de bulto redondo y sobresalen de los planos del fondo de la composición.[6]
El retablo es elaborado por la orden de la Compañía de Jesús, de acuerdo con los datos iconográficos contenidos en el. Además contiene también las otras dos órdenes que se asentaron en Chiapas, los dominicos y los franciscanos a través de sus respectivos fundadores: Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, respectivamente.
Este retablo contiene elementos de gran calidad barroca, en el primer cuerpo o inferior las ocho columnas que la integran presentan en su fuste una división en tres partes; el superior y el inferior salomónicos de marcadas gargantas y hélices, mientras que la zona central está tratada con relieves sobre fuste cilíndrico.[7] Asimismo, se encuentran en la parte superior del primer cuerpo pequeñas esculturas que a simple vista parecen angelitos, que miden entre 40 y 50 centímetros, que Chanona[8], los describe como enanos y que son sumamente raros por su total desnudez.
La iconografía que presenta el retablo de San Agustín, como patrono de la localidad de Teopisca, Chiapas se describe a continuación: En el primer cuerpo, dentro de las calles centrales, se encuentran del lado del evangelio hacia el lado de la epístola, las esculturas de San Pedro, San Agustín y San Pablo. En las calles laterales se ubican lienzos con pintura con los temas de La Virgen María visitando la tumba de Jesús a la izquierda y la Natividad a la derecha del espectador.
En el primer cuerpo se localiza la base fundamental del retablo, San Agustín en la calle central, flanqueado por San Pedro y San Pablo pilares de la Iglesia Católica, además se encuentran temas sobre la Natividad y Resurrección de Jesús.
Las siguientes ocho columnas del segundo cuerpo son salomónicas en todo el fuste y Asimismo en el nicho central del segundo cuerpo existe otra escultura de talla pequeña, casi imperceptible, lo que en total existen trece esculturas y seis pinturas. Por otra parte, es de gran valor el talle, quizá de mano indígena a las ocho esculturas que se encuentran en el sotabanco, que de acuerdo a su postura con los brazos en alto, hacen suponer que son los que sostienen todo el retablo. En el segundo cuerpo, dentro de las calles centrales se encuentra en el orden mencionado anteriormente, Santo Domingo de Guzmán, La Virgen con el niño y San Francisco de Asís. En las calles laterales se ubican lienzos con pintura con los temas de San Agustín a la izquierda y San Francisco de Asís a la derecha del espectador. En el segundo cuerpo trata sobre las otras órdenes hermanas: los dominicos y los franciscanos, así se encuentra en la calle central la Virgen con el niño, flanqueada por Santo Domingo de Guzmán a su derecha y San Francisco a su izquierda, complementan este cuerpo con dos pinturas de San Agustín y la de San Francisco de Asís.
Las siguientes ocho columnas del tercer cuerpo o parte superior son salomónicas aunque menos abultadas que las descritas en el anterior cuerpo. En el tercer cuerpo, en las calles centrales se encuentran San Camilo, San Ignacio de Loyola y San Felipe Neri. En las calles laterales se ubican lienzos con pintura con los temas de San Juan Evangelista a la izquierda y San Ildefonso[9] a la derecha.
En el tercer cuerpo se dedica a los santos de la orden de la Compañía de Jesús, en la calle central se encuentra bulto de San Ignacio de Loyola, flanqueado por San Camilo a su derecha y San Felipe Neri a su izquierda. Complementan este cuerpo con pinturas de San Juan Evangelista y San Ildefonso el cual se menciona que “Una noche de diciembre, él, junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Alfonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la María, La Inmaculada Concepción, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María hízole seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: “Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería.” Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor. Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo en España, ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición.”
Asimismo, el remate que presenta es 1/3 de circulo plano que rematan donde el centro se encuentra un nicho central. El retablo contiene imágenes de bulto y pintura. Las tres calles centrales contienen esculturas y las calles laterales se visten de pinturas. El remate, con un nicho central y su escultura, y otras dos esculturas colocadas bajo conchas en saledizo que conforman sendos doseletes.[10]
En el remate se localiza en la calle central bulto de San Camilo flanqueado por dos esculturas Santa Ana con el niño a su derecha y San Raimundo a su izquierda.
En el remate, en el centro, San Camilo y a sus lados, Santa Ana a la izquierda y san Raimundo a la derecha.
El retablo de la Compañía de Jesús, no tiene una lectura ordenada debido a la multiplicidad de temas y elementos iconográficos; sin embargo se tiene por cada cuerpo de este un tema en específico para su comprensión. La relación existente entre estos temas ubicados en cada cuerpo le dan a este retablo características muy propias generadas a raíz del establecimiento de las tres órdenes establecidas en Chiapas: los dominicos, jesuitas y franciscanos.
Autor: José Francisco Gómez Coutiño
BIBLIOGRAFIA
ARTIGAS, Juan Benito. Chiapas Monumental (Veintinueve Monografías), Prologo de Ignacio Henares y Rafael López Guzmán. Colección Monográfica de Arte y Arqueología, Universidad de Granada, Granada. 1997, 276 p.
BLOM, Frans. Retablo del Altar Mayor de la Iglesia de Teopisca, Chiapas en BOLOM, Revista del Centro de Investigaciones Frans Blom, Asociación Cultural Na Bolom, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2005, 181 p.
CHANONA, Roberto. Pintura y escultura de Chiapas 1545-2000, UNICAH, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 2001, 168 p.
MARKMAN Sydey, David. San Cristóbal de Las Casas. Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla. Sevilla, España, 1963, 604 p.
http://www.nabolom.dk/admin/upload/file/4_BOLOM2.pdf
http://www.analesiie.unam.mx/pdf/23_39-42.pdf
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