Tu que tocas todo, nunca toques la puerta del olvido, le escribió Agustín Lara a Zeferino Nandayapa tras escuchar por primera vez su capacidad interpretativa. Y tomó en serio tan valioso consejo a lo largo de su vida. “Sigo y seguiré tocando mientras tenga fuerza en los brazos”, decía el músico chiapaneco en los últimos años de vida. Así era la determinación de Nandayapa, quien desde niño y hasta el final de su vida dedicó su talento y esfuerzo a ser un grande en la música. Virtuoso en la ejecución de la marimba, arreglista, compositor y líder de agrupaciones musicales, el maestro dejó de existir el 28 de diciembre de 2010.
Don Zefer, como lo nombraban todos con cariño, dejó un legado inmenso en la música mexicana. A él se debe que la presencia de la marimba como instrumento de concierto haya crecido y su difusión esté solidamente cimentada en las salas de música culta de muchos países. Fue también intérprete de algunas de las más importantes grabaciones en las que la marimba juega un papel estelar y dominante, y autor de música fundamental para el repertorio marimbístico mundial. Para fortuna de todos, hereda al mundo uno de los grupos más importantes de su instrumento: Marimba Nandayapa.
Zeferino Nandayapa Ralda nació el 26 de agosto de 1931, en Chiapa de Corzo, Chiapas. lugar donde aprendió a tocar la marimba y diversos instrumentos desde niño. Muy joven comprendió que su talento y esfuerzo requerían el cauce de la formación académica. Abandonó su lugar de origen y se instaló, con sólo 16 años, en la Ciudad de Mexico, donde ingresó al Conservatorio Nacional de Música. En la principal escuela de música de México tuvo grandes maestros como Carlos Jiménez Mabarak, Blas Galindo, Eduardo Hernández Moncada, Luis Sandi, Rodolfo Halffter, Juan León Mariscal y Daniel Castañeda. En su paso por esa institución, comenzó su admiración a Johan Sebastian Bach, cuya música fue una de sus preferidas.
A la par de su formación académica, trabajó como intérprete e marimba, el saxofón o el acordeón, y empezó a relacionarse con músicos chiapanecos como los hermanos Domínguez. El maestro Nandayapa se abrió camino con esfuerzo y un paso importante fue participar con el compositor Abel Domínguez en programas musicales de la legendario radiodifusara XEW. Esa plataforma permitió que más artistas lo conocieran y buscaran su colaboración para diversos proyectos como grabaciones de discos, musicalización de programas de la naciente televisión mexicana y de películas como fue Viento Negro. La calidad interpretativa de maestro Nandayapa lo llevó a alternar con las grandes figuras de la música de aquellos tiempos: Agustín Lara, Pedro Vargas, Toña “la negra” y las hermanitas Núñez, entro otras muchas.
Sus cualidades e intereses musicales fueron más allá de la colaboración con otras figuras, pues estaba destinado a brillar con luz propia. Por ello, desarrolló otra de sus grandes capacidades que fue reunir talentos e integrar grupos musicales de gran calidad. En 1953 formó el grupo “Maderas Chiapanecas”; y a lo largo de su vida construyó connotados ensambles en los cuales don Zeferino Nandayapa tocaba diversos instrumentos. Pero fue con la marimba en la que el maestro desplegó todo su talento como intérprete, arreglista, compositor y líder de grupos musicales, el más destacado y permanente: Marimba Nandayapa.
Como compositor deja una obra fundamental, desde la “Fantasía Profana”, pasando por la “Sinfonía de la Paz” y “Aires Mexicanos”, así como muchas otras piezas.
Zeferino Nandaypa Ralda tuvo una proyección internacional desde muy joven, primero en los Estados Unidos, después Sudamérica y como su prestigio fue creciendo, recorrió la mayor parte del mundo difundiendo la música de Chiapas y de México, así como la marimba como instrumento de concierto. En Londres tocó bajo la dirección del más importante director de orquesta mexicano de aquel tiempo, Eduardo Mata, con él interpretó “El Espíritu de la Tierra” del compositor chiapaneco Federico Álvarez del Toro. En Europa y particularmente en Así, la presencia de Nandayapa le dio una enorme difusión a la música mexicana y a Chiapas, por la calidad de sus presentaciones, por su capacidad para enseñar, por sus múltiples grabaciones y composiciones.
A pesar de su disminuida salud durante los últimos años de vida era incansable. En 2008, en una entrevista concedida la revista chiapas, expresó: ” Mi proyecto actual es continuar y concluir la composición de una melodía en marimba sobre cada uno de los miembros de mi familia. Ya tengo escritas las de mi padre, mi madre, mi esposa y mis hijos, pero me faltan por hacer las de cinco de mis seis nietos, orque la de Frid, mi nieta más pequeña, ya está lista. Estas obras serán parte de una sinfonía titulada “La Familia Nandayapa”, que cuando esté completa quiero que se toque en una gala”.
Sin duda, la figura del maestro Nandayapa, permanecerá por su obra musical. Heredada a todos los marimbistas de la familia Nandayapa, cuyos integrantes actuales son sus hijos y nnietos; sus grabaciones, sus arreglos para marimba y sus composiciones. Pero el vacío que deja es inmenso. Nunca más su enigmática sonrisa y su virtuosa interpretación estremecerán los escenarios del mundo y el corazón de sus amigos y público. Para la música de todo el mundo y de quienes lo conocieron, la pérdida de Zeferino Nandayapa Ralda es irreparable.
Entre los reconocimientos que recibió están el Premio Chiapas en 1990 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Artes y Tradiciones Populares en 1996. Fue declarado “Hijo Predilecto” de su natal Chiapa de Corzo en 2009, y en 2010 se nombró el 9 de febrero en esa población como el “Día de la Marimba Zeferino Nandayapa”.
Zeferino Nandayapa Ralda falleció a las 18:35 horas del martes 28 de diciembre del 2010 en Tlalnepantla, Estado de México, como consecuencia de la caída que había tenido el día 13. Sus restos fueron incinerados.
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