La jícara se utiliza desde tiempos prehispánicos como un recipiente usado por los mayas y aztecas para servir y tomar chocolate. La jícara es fabricada artesanalmente con la corteza del fruto de la güira, y es actualmente usada como vaso para consumir bebidas tradicionales como el pulque y el pozol, recolectar agua, chinchines de las danzas populares o como piezas decorativas ornamentadas con la técnica tradicional de laqueado en Chiapa de Corzo.
El uso de sus propiedades sirven para: la elaboración de diversos objetos por las características de su cáscara que es bastante liviana y resistente. La fruta y hojas se usan para tratar enfermedades como dolor de cabeza, resfriado, bronquitis, asma, tos y fortalecer los pulmones.
“Los antiguos códices mayas narran cómo del sagrado jícaro nació la liberación del pueblo; es un árbol lindo pero pobre, o más bien, empobrecido, como los descendientes de aquellos mayas precolombinos que lo adoraron como sagrado y le cantaron en el Popol Vuh. «.
En la zona centro de Chiapas, Tabasco y en la península de Yucatán, es muy común ver a la gente removiendo sus jícaras para revolver el muzú, shish o el Shingaste de su pozol. Este movimiento circular es conocido en algunas regiones como «el meneadito de la jícara» o «el meneadito pozolero».
[wzslider autoplay=»true»]Compartimos también un video del árbol de jícara.