Ernesto Núñez
Cd. de México (10 junio 2018).- Pocos estados han cambiado tantas veces de partido gobernante como Chiapas.
En 1994, ocho meses después del levantamiento zapatista, el PRI ganó por última vez la gubernatura, con Eduardo Robledo como candidato.
Sin embargo, el gobernador duró menos de dos meses en el cargo: tomó posesión el 8 de diciembre de 1994 y se vio obligado a renunciar el 14 de febrero de 1995, pues el EZLN pidió su salida como condición para reanudar el diálogo con el gobierno federal.
Dos priistas más, Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén, fueron habilitados para concluir el sexenio, en medio de conflictos sociales y tragedias como la matanza de indígenas ocurrida en Acteal en diciembre de 1997.
En las elecciones del año 2000, impulsado por una alianza inédita entre PAN, PRD, PT, PVEM, Convergencia, y los extintos PCD, PAN y PSN, Pablo Salazar Mendiguchía derrotó al PRI: obtuvo 525 mil votos, contra 468 mil del priista Sami David.
Salazar Mendiguchía evitó afiliarse a algún partido, afirmando que eso le daría más libertad para reconciliar a la entidad.
Pero no acabó bien el experimento aliancista: en 2006, los partidos de izquierda postularon a Juan Sabines Guerrero -hijo del ex gobernador Juan Sabines Gutiérrez-, quien había sido diputado y alcalde de Tuxtla Gutiérrez bajo las siglas del PRD.
El PAN postuló a su propio candidato y el Partido Verde se alió con el PRI para postular a José Antonio Aguilar Bodegas.
Sabines ganó con apenas 7 mil votos de ventaja sobre el priista y, apenas obtuvo su constancia de mayoría, desconoció a Andrés Manuel López Obrador, quien en la misma jornada compitió por la Presidencia de la República.
En el primer año de su administración, Sabines emprendió investigaciones en contra de su antecesor, Pablo Salazar, quien fue detenido en junio de 2011 y pasó 17 meses en prisión, acusado de recursos públicos. Salazar sostuvo que fue perseguido político y obtuvo su plena libertad años después. Hoy es candidato independiente al Senado de la República.
La administración de Sabines fue criticada por los excesos, despilfarro y por la depredación de los recursos naturales. Al final de su periodo, pactó entregar la gubernatura al Partido Verde y el PRI, que ganaron con una mayoría nunca vista: Manuel Velasco obtuvo un millón 343 mil votos, casi un millón más que María Elena Orantes, su más cercana competidora (de la coalición PRD-PT-MC).
Aliado con el PRI, Velasco se convirtió en el primer gobernador verde del país y pudo presumir que le aportó a Enrique Peña Nieto 934 mil votos chiapanecos en la elección presidencial.
El gobernador instauró un reino verde en Chiapas. Antes de las elecciones intermedias de 2015, pintó toda la infraestructura estatal de color verde; entregó mochilas, uniformes, patrullas, hospitales, escuelas y hasta un estadio pintados de verde.
Al mismo tiempo, Velasco impulsó la creación de dos partidos locales: Mover a Chiapas (MAC) y Chiapas Unido (PCU), y fue minando la fuerza del PRI.
En 2015, el PVEM de Velasco se impuso como primera fuerza política: ganó los 12 distritos federales, 16 de los 24 distritos locales; 16 municipios solo, 41 en alianza con el Panal, y 20 a través de MCA y PCU.
Sin embargo, de cara a las elecciones de 2018, Velasco y el PRI no pudieron mantener viva su alianza política.
Primero, forcejearon cuando el PRI dio a conocer que su candidato sería Roberto Albores Gleason, hijo del ex gobernador Albores Guillén. El Partido Verde impulsaba la candidatura de su líder estatal, Eduardo Ramírez Aguilar, y se manifestó en contra de la imposición.
Aunque José Antonio Meade decidió arrancar su precampaña en Chiapas, el registro de la alianza PRI-PVEM-Panal a nivel estatal se mantuvo en vilo, hasta que finalmente fue formalizada a finales de marzo.
Sin embargo, Eduardo Ramírez concretó su rompimiento, y en abril fue registrado como candidato al Senado por Morena.
El 23 de mayo, la fractura entre el PRI y el Verde también se oficializó, cuando el Verde decidió postular a la gubernatura al ex alcalde de Tuxtla, Fernando Castellanos, hombre cercano al gobernador. Paradójicamente, en esos días Manuel Velasco asumió la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Del lado del frente PRD-PAN-MC, la lucha por la candidatura a gobernador también dejó heridas: María Elena Orantes y los liderazgos estatales del PRD tuvieron que hacerse a un lado para la postulación de José Antonio Aguilar Bodegas, el priista que en 2006 fue derrotado por Juan Sabines por una mínima diferencia.
Las fracturas en ambas coaliciones la abren camino a Rutilio Escandón, ex presidente del Tribunal Superior de Justicia local, quien es el candidato de Morena a la gubernatura.
Ex diputado y ex senador por el PRD, vivió su propio proceso interno, frente al también senador Zoé Robledo, quien aspiraba a la candidatura.
En ese proceso basado en encuestas, Andrés Manuel López Obrador se inclinó finalmente por Rutilio Escandón, a quien también se considera un hombre cercano al gobernador verde, Manuel Velasco.
QUÉ SE ELIGE
1 gobernador
124 ayuntamientos
40 diputados locales
24 MR
16RP
12 diputados federales
ELECTORES
3,533,358
(3.9 % del total nacional)
CONGRESO LOCAL
PVEM: 16
PRI: 10
Chiapas Unidos (PCU): 4
Morena: 3
Mover a Chiapas (MAC): 3
PAN: 2
PRD: 2
MAPA MUNICIPAL
Aliado con el Panal, el Verde gobierna la mayor parte de los municipios y las ciudades más importantes.
PVEM-Panal: 41
PRI: 27
PVEM: 16
Chiapas Unido (PCU): 11
Mover a Chiapas: 9
PRD: 8
PT: 2
PAN: 2
Morena: 1
MC: 1
Panal: 1
CANDIDATOS A GOBERNADOR DE CHIAPAS
Rutilio Escandón (Morena-PT-PES)
Roberto Albores Gleason (PRI-Panal)
José Antonio Aguilar Bodegas (PAN-PRD-MC)
Fernando Castellanos (PVEM-PCU-MAC)
Jesús Alejo Orantes (Independiente)