Los deportes mentales tienen gran presencia en el día a día de muchas personas. No dejan de ser disciplinas deportivas que reclaman más el intelecto que el físico, supeditadas a unas normas y de carácter competitivo. Viendo estas características, son muchas las prácticas que pueden verse reflejadas, pero reconocidas de forma oficial hay solamente siete, donde destacan las más practicadas: el ajedrez y el póker. Las acompañan el bridge, las damas, el mahjong, el go y el xiangqi.
Las dos más populares se pueden encontrar, hoy en día, con total normalidad en internet. Es de especial mención la evolución del juego de 52 cartas, que ha pasado de los tapetes físicos de locales específicos a plataformas especializadas que adaptan la práctica a las pantallas a la perfección, ofreciendo partidas en directo e interacción con los compañeros de mesa. De esta forma, ha conseguido aumentar en importancia y en nómina de jugadores, como demuestra el crecimiento de la variante virtual más demandada: la Texas Hold’em.
En términos generales, los deportes mentales tienen como gran deber pendiente ser considerados en alguna edición de los Juegos Olímpicos como disciplina olímpica. Entre los requisitos del Comité Organizador Internacional, el COI, destaca que sea practicado en un mínimo de 75 países, que exista un código de antidopaje y, lo más complicado, que sea aprobado por la organización de cada edición. De momento, en las 29 celebraciones que han tenido lugar, nunca ha habido presencia de ninguna disciplina que priorice el intelecto al físico.
París 2024 se queda sin ajedrez
Durante los últimos cuatro años hubo muchos rumores que situaban al ajedrez como la primera gran opción de participar en unas Olimpiadas, pues es reconocido como deporte por el COI desde 1999. Hubiera sido en París 2024, pero la propuesta enviada por la FIDE, la Federación Internacional de Ajedrez, fue desestimada por los organizadores. Está considerado como una ciencia más que una actividad deportiva o atlética y, ante la duda de una aceptación a nivel mundial, no se incorporó. Por los mismos motivos, tampoco estará en Los Ángeles 2028.
Con el fin de convencer a los más jóvenes de que el olimpismo no es algo de antaño, la próxima edición cuenta con deportes, antes no considerados como tal, pensados por un público más transversal. Después de la celebración japonesa, en Tokio 2020, se consolidan las actividades del surf y del skate. El primero entrará en escena en la Polinesia Francesa; mientras que el segundo, más rebelde y de carácter callejero, tendrá lugar en pleno centro de París. También lo hace la escalada, debutante en la pasada edición.
Sin abandonar el ambiente más urbano, el breaking o breakdance, ha conseguido hacerse con un hueco. Debuta como deporte olímpico en París 2024 y, como el monopatín, se dará en pleno centro de la ciudad: en la Place de la Concorde. Esta es la principal novedad de una lista de 32, donde ha asumido el relevo del kárate, que tuvo su momento de gloria en tierras niponas antes de pasar a un segundo plano y esperar de nuevo a ser considerado adecuado para unos Juegos Olímpicos.
Las cinco novedades de Los Ángeles 2028
En el año 2028, el espíritu olímpico se trasladará a Los Ángeles, una de las ciudades más turísticas de los Estados Unidos. El COI ya ha anunciado, cinco años antes de la cita, cuáles serán las novedades de esa edición. Entendido como un claro guiño a Norteamérica, regresan a una cita de estas dimensiones el béisbol, que se introdujo en Barcelona 1992 y que paró su actividad en Tokio 2020; y el críquet, 128 años después, pues su última presencia fue en París 1900.
Debutarán el flag-football, una modalidad del fútbol americano sin contacto, y el squash, un deporte de raqueta en el que la pelota de goma golpea en una pared. También regresará, aunque para muchos será todo un descubrimiento, el lacrosse, un deporte practicado con un palo con una red donde el objetivo es marcar un gol más que el contrincante. En el pasado, ya estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Sant Louis 1904 y en Londres 1908. ¿Llegaremos algún día a ver un deporte mental como olímpico?