Los Premios Tonatzin, Tlatoani y Maya, entre otros que otorga el Instituto Mexicano de Evaluación (IMDE), son para los servidores públicos que puedan y quieran pagarlos. Hay premios para todos: gobernadores, senadores, presidentes municipales, directores del DIF, diputados, síndicos, regidores, etc. El mercado es amplio y resulta un buen negocio.

En Chiapas, este tipo de reconocimientos ha sido aceptado –y comprado– por Enoch Hernández Cruz, dirigente del partido Mover a Chiapas (ex titular del Instituto de Capacitación Tecnológica de Chiapas); Alejandra Soriano Ruíz, diputada local del PRD; Neftalí del Toro, diputado local del PRI; Raúl Fuentes Gutiérrez, presidente municipal de Chicomuselo; Salomón Hernández Álvarez, presidente municipal de La Independencia.

Pedro Ibarra, presidente municipal de Pijijiapan; Noris Jimenez Cantú, presidenta del DIF de Tuxtla Gutiérrez; Izveth Tello, presidenta del DIF de Tuxtla Chico; Mariano Díaz, sindico de Ocosingo; Eduardo Suárez, síndico municipal de Tuxtla Gutiérrez ( ganador en 2013 y 2014), entre muchos más.

Y es precisamente este último funcionario quien causó diversos señalamientos y fue objeto de burlas cuando el día de ayer lunes 15 de marzo su equipo de difusión boletinó una nota con el título “Chiapaneco detonó controversia en Washington, Estados Unidos”, en donde se enaltece al funcionario y a manera de “crónica” se narra la participación del miembro del Partido Verde en la entrega del Premio Internacional Maya 2015, evento celebrado en Washington, Estados Unidos.

Eduardo “Carreta” –por su popular sobrenombre– dio la bienvenida a los asistentes y según la nota difundida, dijo: “el Gobernador más joven del territorio mexicano Manuel Velasco Coello, es un convencido de que la evaluación de los servidores públicos es un tino de responsabilidad y compromiso  que contribuye al BIENESTAR de sus habitantes; por otro lado es también la fortaleza de las instituciones  que  permite la Gobernabilidad y Gobernanza, la Sostenibilidad, la Sustentabilidad y la Igualdad de Oportunidades en Chiapas” SIC.

Todos los presentes callaron ante tal discurso, dice la nota, incluso se pusieron de pie y aplaudieron, por si fuera poco, al término de la participación del chiapaneco (quien recibió el Premio Maya, con el que suma tres diferentes a su colección), “los galardonados al premio Internacional Maya 2015, respaldaron  y debatieron la tesis del Síndico chiapaneco, de que es posible un gobierno honesto, transparente, austero, que sirve a la gente” SIC.

¿Cuánto vale un reconocimiento que no otorga la ciudadanía?

En su sitio oficial, el IMDE menciona que los ganadores de estos premios deben realizar una aportación económica que “obedece única y exclusivamente a los costos administrativos y de logística para su recepción en la Ceremonia Nacional de Premiación”, el cual según varios reportes oscila entre 15 y 45 mil pesos.

Al cubrir esa cantidad, el ganador acude a la Ciudad de México a la ceremonia en donde se le entrega una estatuilla de los Premios Nacionales e Internacionales en pieza original y un reconocimiento impreso. Al funcionario se le notifica vía telefonica y electrónica a los ganadores con un mes de anticipación.

El instituto destaca que estos premios son libre de todo gasto e inversión, pero ningún funcionario que haya decidido no pagar ha sido premiado. La única forma de hacerse acreedor de estos reconocimientos es acudir a la cena de gala que se organiza.

Varios funcionarios han rechazado recibir estos premios al enterarse de que deben depositar cierta cantidad de dinero para tener el derecho de asistir con un acompañante a la premiación.

Por ejemplo, en el municioio de Guasave, Sinaloa, el dirigente del PAN Javier Eduardo Lugo Camacho, dijo que estos “son premios a modo para los alcaldes que así lo quieran tener en su escritorio; se cobran entre 7 mil y 35 mil pesos, sabemos que no es de a gratis”.

En ese mismo estado, pero en el municipio de Concordia, Maria Luis Reyna Velázquez expresó que “no me genera emoción alguna, más allá de este tipo de cosas (premios), hay que cumplir con lo que nos toca hacer como Gobierno”, al enterarse que sería galardona como Mejor Síndico.

Hasta el momento, en Chiapas no se conoce ningun caso en donde algún funcionario notificado de que será ganador rechace tal distinción.

Todos son los  mejores presidentes, los mejores diputados, los mejores regidores…

Para tomar la decisión de quienes serán premiados en las diferentes categorías que ofrece el IMDE, en el sitio web oficial de ese instituto dice que se “desarrolla investigaciones de opinión en cada municipio o localidad, donde se desempeña el servidor público considerado en la ocasión del premio nacional en turno”.

Los servidores públicos supuestamente “investigados” son aquellos que previamente fueron nominados por alguien, pues en el mismo sitio web hay una sección con la leyenda “Registra al servidor público candidato a obtener el premio nacional”.

Sin embargo, se ha evidenciado que el propio instituto envía las notificaciones de selección a distintos funcionarios con tal de que acepten ser premiados; a quienes han rechazado los premios se les ha preguntado cómo se postularon y desconocen quien pudo haberlos nominado.

En cuanto a las nominaciones, al entrar a la sección mencionada se descarga archivo en formato Word en donde se solicitan los datos generales del servidor público y los datos de quien propone, así como la “Obra, acción o programa por el cual deba ser merecedor de recibir el Premio Nacional”.

Las solicitudes que le llegan al IMDE son sometidas a unas “rigurosas etapas de preselección y calificación nacionales, mismas que contemplan los mismos estándares de evaluación a nivel internacional, para todos los servidores públicos que son evaluados”.

Cabe señalar que con esta metodología no existe un número establecido de nominados ni de ganadores, sino que se les entrega el premio a los que obtengas las calificaciones aprobatorias del jurado. De esta manera los ganadores se ostentan como “Mejor diputado” o “Mejor presidente municipal”, cuando en realidad el premio fue otorgado a varios funcionarios por igual.

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