HAY EN CHAVIN

Javier Ornar Ruiz Gordillo
 
Hay en Chavín
Hay en Chavín hombres viejos
conocen todas las palabras
pronunciadas en muchos tiempos,
saben la maldad de muchos de ellos
malas cosas que acabaron
con tantas existencias calladas;
ellos hicieron de vidas tranquilas
muchas muertes violentas con sus palabras.

Pero los mismos hombres viejos de Chavín
conocen muchas palabras buenas
conocen las palabras que reconcilian con el alma.
Sólo los hombres viejos son sabios Callan, meditan… y aman.

Aloama 2a. Edición. Editorial Sánchez
y Gándara 2006 Página 13.

COMITECA

Ramiro Gordillo García
Comiteca

Mujercita comiteca,

princesita encantadora
de perfume de azucena,
vocecita canora.
Eres la reina
entre todas las mujeres,
de mi tierra chiapaneca,
que me embruja con sus besos,
y me hechiza con sus ojos.
Por eso te canto la
canción de los poetas,
que es la que penetra
en el mero corazón.

LEYENDA

Mirtha Luz Pérez Robledo
Leyenda
Sobre las huellas frescas que seguíamos,
la luna.
Intensas oloraciones de lo verde.
Valle intermitente de luciérnagas.
De la noche callada,
rumor de aguas cristalinas.
Certero en su búsqueda
el puma
abrevó de ellas.
Un rugido fragmentó el silencio.
Cobraron forma
los venados,
el silbo del viento,
hacia el oriente de la cúpula celeste
nueve luceros
Ese fue el principio de Balún Canan

 

 

COMITAN DE LAS FLORES

José Muñoz Cota
Epístola de Comitán de las Flores

(Fragmento)
Caballero de la metáfora,
armado caballero por árboles gigantes
y diminutas orquídeas mariposas;
ciudadano feliz de las marimbas;
poeta de distancias enlunadas.
Eres el marimbero de la noche estrellada,
y sembrador de amigos;
las manos de tus ojos reverentes
cuando enciendes la magia de tus bosques.
En Comitán se dice hay un labriego etéreo
que pinta las corolas de la aurora,
tejedor de crepúsculos con hilos de oro.
Capitana de flores,
es la ciudad de veinticuatro cielos,
cada hora, prendido, tiene su cielo propio.
De esta manera el día
es un concierto de cielos diferentes

y un sólo cielo azul, infinito y eterno.
Aquí la sangre tiene el color de las flores.
El bosque ruge, implora, reza y se desangra.
Por los caminos de Chiapas, la pena galopadora.
La tarde trae de la rienda un galope de canciones.
Se mira vivir la vida.

Hay un racimo de voces colgadas de su misterio.
Es el secreto del Génesis que se abre como una flor.
¿En qué pared del espíritu
colgaré este paisaje?
Ángeles jardineros cultivaron tus flores.
Ángeles que te crecen, Comitán de las Flores.
Programa de Feria
Comitán, agosto 200

LA INDEPENDENCIA

CUNA DE LA INDEPENDENCIA
COMITAN
En 1813, como resolución a una de las peticiones llevadas ante las Cortes de Cádiz por el representante chiapaneco don Mariano Robles, Comitán tomó el título de ciudad, la segunda de la provincia. En consecuencia, en Santa María de Comitán se dio la convivencia del tradicional cabildo indio con autoridades ladinas, situación que persistió hasta febrero de 1821. Otra de las peticiones en Cádiz fue la autonomía provincial respecto de Guatemala, viejo anhelo de los chiapanecos que se agudizó con la llegada de los ecos de la guerra independentista mexicana. En el proceso de búsqueda de esa autonomía tuvo un importante papel la creación, en 1819, de la Sociedad Económica de Amigos del País de Chiapa, una agrupación de notables ciudadanos preocupados por el progreso material y moral de su terruño.

En agosto de 1821 ya habían llegado a Comitán las noticias de la inminente entrada del ejército trigarante a la Ciudad de México. El día 28 de ese mes, en la misa al alba en la iglesia de San Sebastián, el párroco Fray Matías de Córdova convocó a una misa solemne a las 8 de la mañana en Santo Domingo para tratar la cuestión de la independencia de Chiapas. En ella, Fray Matías arengó a los comitecos para que declararan libre de España a su ciudad.

En reunión posterior, llevada a cabo en la sala capitular del convento, los notables del poblado manifestaron su temor de adelantarse a las autoridades guatemaltecas pero, según la leyenda, fueron convencidos por la intervención de Josefina García, quien propuso que los hombres se quedaran a cuidar las casas, mientras las mujeres partían a la frontera. La memorable jornada concluyó en el cabildo con la firma del acta de independencia de Comitán, la primera de la América Central, que fue secundada el 3 de septiembre por Ciudad Real y el 15, por toda la capitanía de Guatemala.

Acta de la Independencia
La provincia de las Chiapas, unida como el resto de América Central al imperio de Iturbide en enero de 1822, quedó, ante la caída del efímero reinado, en una situación política ambigua, lo que condujo a la convocatoria, en abril de 1823, para crear una junta que nombrase delegados que decidieran su destino. En esa junta, el delegado del partido de Los Llanos.

fue Ignacio Ruiz. La junta se erigió como Provisional Gubernativa, pero fue desconocida y disuelta por Vicente Filisola, comandante de las fuerzas mexicanas, en septiembre de 1823, he-cho que produjo un profundo descontento en Comitán y Tuxtla. Los comitecos Ricardo Armendáriz, Francisco de Villatoro, Domingo Ruiz, José Álvarez, Matías Solís, Narciso Gordillo, Claudio León y Jacinto Arguello proclamaron entonces el Plan de Chiapa Libre el 24 de octubre de 1823 declarando que la provincia era libre e independiente de México y que tenía la facultad para decidir su propio destino.

 

Comitán y la Región de los LLanos
Guía para el Viajero, Roberto Ramos Maza

MIS RECUERDOS DE COMITAN

MIS RECURDOS DE COMITAN

¡Cómo te recuerdo Comitán querido!. Cuántas veces,
en paseos de temporada, me sumergí en las frescas
aguas de las norias de Chichimá. Recuerdo tus paseos
por el Cedro para ir al Río Grande disfrutando de los
jocotitos y manguitos verdes, espolvoreados con los
polvojuanes.

Después nos internábamos por los regadíos atraídos
por los cohetes y la música, ¡Esta tapisca, es tapisca!
Exclamábamos todos fingiendo tapiscar. Luego Veniaa
la comida campestre para aquella alegre paravada de
chiquillos traviesos. Los domingos por la tardes
íbamos a las carreras y saltos de obstáculos toda una
grata diversión en las que actuaban los de la
caballería militar.

Recuerdo tus famosos carros alegóricos con sus
bailarines de listones, que al compás de la música de
Muñequita de Trapo y de María la O, los que iban
tejiendo sus listones para así anunciar la fiesta que se
aproximaba, y los enmascarados que bailaban al son
de los tambores alegrando el paseo.

La gran granizada del 11 de abril de 1931, que
destruó tu aspecto señorial, no quedando lámpara
de las que adornaban tus calles, ni siquiera un
cristal de tus ventanas, y si fuera poco a una sola teja
entera. El amanecer te vió blanca, deslumbrante,
como campo de nieves para jóvenes enamorados.
De tus famosas Siete Esquinas y de tu pila de
cristalinas aguas que eera dificil ganar el chorro para
llenar el cántaro y saciar la sed.

Tu paseo a «Campeche» los domingos en veranos en
que nos reuníamos los jovencitos para volar el
papalote y ver qué pareja atrapaba el cordel, en el
que se ataba una rama con papel de colores, y así
poder quedar de novios o amigos.

Pasar por tu Pilita Seca y llegar a la esquina blanca y
bajar por la calle de las muchachas era toda una
ilusión, para ver las lindas flores, que trabajaban
por ahí, y a la vez ir rumbo a yalchivol y admirar sus
famosas carreras de caballos en la fiesta del Rosario.

COMITAN

COMITAN
 
 
 
 
 
 
¡Oh Pueblo hermoso y querido!
tierra de ilustres personajes,
tierra de políticos, de poetas y de mujeres hermosas,
¿quien te haya conocido, no podrá olvidarte ya jamás!

 

 
Comitán de Domínguez ¡Mi querido Comitán!
siempre te recordaré, por tu grandeza y hermosura,
pero nunca entenderé cómo y por qué
el destino me trasladó desde una mezcla de
estaciones a la eterna primavera.

 
 
 
 
 
Ciudad donde el tiempo no tiene prisa, donde
el sol se detiene a sonreír y pintando flores
se entretiene y al expirar su últimos rayos
luminosos,
como todo un caballero a la luna
nocturna y misteriosa le da la bienvenida.

 
 
 
 
 
La luna agradecida con rayos de plata ilumina
la noche primaveral y con disimulo atisba el misterio
nocturno, donde el espíritu respira el viento de la
nohce ocultándose entre las flores crispa,
como si estuviera incubando nuevas vidas.

 
 
 
 
 
Comitán, el sólo escuchar tu nombre halaga mis oídos
y agudiza mis sentidos; Comitán, siempre te recordaré
por la simpatía de tus mujeres, hermosas como diosas
con miradas de centella, por tus flores y por tu gente,
que aún su tez es ya pálida como
la tarde, a la vida le sonríe.

 
 
 
 
 
¡Oh! Pueblo hermoso y querido ¡quien te haya conocido,
no podrá olvidarte ya jamás, Comitán ciudad de la
eterna primavera; ciudad de las flores mil!

 
Así llegué cantándole a este pueblo
 
 
 
 
 
Moisés Francisco Díaz Salas