Epístola de Comitán de las Flores
(Fragmento)
armado caballero por árboles gigantes
y diminutas orquídeas mariposas;
ciudadano feliz de las marimbas;
poeta de distancias enlunadas.
Eres el marimbero de la noche estrellada,
y sembrador de amigos;
las manos de tus ojos reverentes
cuando enciendes la magia de tus bosques.
es la ciudad de veinticuatro cielos,
cada hora, prendido, tiene su cielo propio.
De esta manera el día
es un concierto de cielos diferentes
y un sólo cielo azul, infinito y eterno.
Aquí la sangre tiene el color de las flores.
El bosque ruge, implora, reza y se desangra.
Por los caminos de Chiapas, la pena galopadora.
La tarde trae de la rienda un galope de canciones.
Se mira vivir la vida.
Es el secreto del Génesis que se abre como una flor.
¿En qué pared del espíritu
colgaré este paisaje?
Ángeles jardineros cultivaron tus flores.
Ángeles que te crecen, Comitán de las Flores.