¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión en Twitter y Facebook?

¿Qué puede originar un rumor en las redes sociales o en cualquier medio de comunicación masiva?

El día de ayer jueves comenzamos el mes de septiembre con un  pánico social creado a raíz de una llamada anónima realizada al número de servicios de emergencia. Y digo pánico porque, esta broma de muy mal gusto provocó la movilización policiaca y con ello la preocupación de padres de familia, de amigos y familiares que creyeron en esta falsa noticia.

A eso de las doce del medio día comenzó a circular la información de que una sucursal de conocida farmacia ubicada en el centro de Tuxtla Gutiérrez había sido asaltada por un grupo de delincuentes pertenecientes a los Zetas, y se les hacia el llamado a los ciudadanos de no pasar por esa zona ya que estaba muy peligroso.

En pocos minutos la noticia estaba en boca de todos, se esparció rápidamente entre los usuarios del sistema PIN de Blackberry, pero sobre todo mucho tuvo que ver la velocidad para informarte o desinformarte vía redes sociales, es impresionante, se hicieron publicaciones en los muros de Facebook, en Twitter llovían los tuits sobre este caso, y después comenzaron las llamadas telefónicas para avisar sobre este supuesto asalto y prevenir a los conocidos.

Un amigo comentó que en la hora en que comenzó este rumor, él se encontraba en pleno parque central disfrutando de un cigarro. Mi profesor de Psicología dice que cuando le informaron sobre esto le marcó rápidamente a su hijo que estaba en el centro y este le mencionó que todo estaba bien, que se había subido al conejobus y no observó nada extraño.

El Consejo Estatal de Seguridad Pública del Estado de Chiapas desmintió esta noticia y publicó vía Twitter que el Centro de Tuxtla es una zona segura gracias a la policía de centro, policía municipal y la estatal, así como las cámaras de videovigilancia, botón negocio seguro y de emergencia, lo garantizan.

Por su parte el periodista Isaín Mandujano, escribió textualmente en su cuenta de Facebook: “Lo del supuesto asalto por supuestos Zetas en la Farmacia del Ahorro del Parque Central de Tuxtla Gtz, Chiapas fue derivado de una llamada anónima hecha al número de servicios de emergencia. Situación que fue una falsa alarma. Ello provocó una fuerte movilización policiaca en el centro de la ciudad. (Se supone que esas llamadas falsas están ya penalizadas en Chiapas)”

Un día antes en Tabasco la cámara de diputados decidió avalar una ley para sancionar con dos años de cárcel a quienes provoquen pánicos por redes sociales. Textualmente así quedó establecido el nuevo artículo: “A quien utilice el servicio telefónico o cualquier medio de comunicación masiva para dar aviso de alarma o emergencia falsa, provocando con ello la movilización o presencia de servicios de emergencia o cuerpos de seguridad pública, o provoque caos o inseguridad social, se impondrá prisión de seis a dos años y de cincuenta a trescientos días de multa”.

En Tuxtla, ¿se trató de una simple broma?, o de un experimento para analizar el impacto de un rumor que se libera a través de las redes sociales, o (no queriendo pensar mal) forma parte de un pretexto para que a raíz de este acontecimiento se cree una ley en el Chiapas similar a la de Tabasco.

La catedrática y periodista chiapaneca Sandra de los Santos, subió a su muro de Facebook una serie de pasos a considerar (recomendaciones básicas) antes de publicar información en las redes sociales y evitar propagar rumores, son puntos importantes que merecen ser difundidos.

  • Para evitar propagar rumores falsos en la red es recomendable verificar la información antes de que sea replicada así también señalar, claramente, si se está siendo testigo del hecho o sólo se está reenviando la información.
  • Si sólo se esta reenviándose debe especificar por qué medio y persona se recibió la información, por ejemplo “del muro de” o “vía tal persona”, o bien, si se está difundiendo en un medio de comunicación tradicional.
  • También se recomienda ser precavido de hacer caso de los mensajes en cadena y cuestionar a la persona que lo envió su fuente de información.
  • Ante todo esta nuestro derecho de informar e informarnos. El derecho a saber, derecho fundamental en cualquier lugar donde realmente se quiere alcanzar la democracia. Ese derecho no está a negociación, ni siquiera, en un país que está en guerra.

 PD. Recuerda que es tu responsabilidad filtrar lo que lees.

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