Por Kristian Morales
Temas: Espectáculos

Por: Kristian Morales 

El comediante llegó a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez,  ofreciendo dos funciones llenas de albur, groserías, mucho sexo explícito y una que otra canción, con lo cual consiguió que su público pasara una noche amena y divertida, entre carcajadas, aplausos y una constante interacción con el público, a quienes entretuvo con toda clase de anécdotas que incluyeron gran variedad de personajes con una misma característica: ninguno podía hablar sin decir malas palabras.

popo 4Al ritmo de “México en la Piel”, Polo Polo salió al escenario para su primera función acompañado de cinco músicos, dos trompetas, guitarra, batería y teclados, junto a quienes cantó esta canción para comenzar la noche de chistes. Pero antes de empezar a hacer lo que mejor sabe, se puso a saludar a todos los presentes, pidiendo que encendieran más las luces para poder verlos. “Pensé que estaba hablándole a un telón negro”, dijo, mientras algunas personas iban llegando a buscar sus asientos, recibidos por un “qué bueno que llegaron” del comediante, quien no tardó en reclamarles por la llegada tarde. “

“¿Hace cuántos años que no venía?”, preguntó el comediante mostrándose alegre ante su regreso a la ciudad, a lo que alguien le respondió que siete. “¿Siete?”, contestó desconcertado el comediante, “¡y todavía se me para!” Ante el grito de “te amo”, de la señora de la primera fila, Polo Polo comenzó su racha de chistes, acompañada con ademanes y cambios de voz que daban más sabor a sus anécdotas.

Polo Polo hizo ademanes para fingir las dificultades de poder subirse a una limosina, siempre terminando cada chiste con la compañía de sus músicos, quienes también musicalizaron su ya clásico “salud”, cada vez que daba sorbos a su copa llena de coca-cola light. Mientras saboreaba sonoramente su refresco, Polo Polo contaba chistes cortos, que terminaba en un par de frases y otros más largos, como el de dos españoles que le preguntaron a un negro cubano, cómo podían alargar el tamaño de su pene.

Los chistes fueron subiendo de tono, involucrando un cura que se masturba en un río y un hombre que le hace sexo oral a su esposa, el cual desató sonoras carcajadas, mientras que, el comediante dijo a los que guardaron silencio que si no lo habían entendido “nomás es de pensar poquito”.

Para despedirse, el comediante dijo que interpretaría algunas canciones, cualquiera, pues se sabía “todas las del mundo”. Dijo al público que pidieran el tema que quisieran, los cuales fue modificando a su parecer, metiendo albures y groserías en “El taxi”, “Mujeres divinas” entre otras.

Luego de bailar Polo Polo abandonó el escenario para dejar que el público de la siguiente función entrara a divertirse un rato.

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