Por: Georgina Escobedo

El tema de las elecciones es el “Boom” en México  y no porque su importancia se deba a la transparencia y legalidad con las que se efectúan, ya que está demás decir que los organismos electorales no tienen una buena reputación y poco hacen para que la credibilidad vuelva a ellas, sino que se le añade cada torpeza que dice o hace cada personaje público.

Tal es el caso de Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE),  que fue  expuesto en una llamada telefónica mofándose de un líder indígena, el muy sínico después de esta acción señaló en entrevista con Carmen Aristegui que esa conversación “ilegalmente fue intervenida e ilegalmente fue hecha pública”.

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De reírse estas actitudes, pues el INE levantó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) por la intervención ilegal de la conversación telefónica privada entre el consejero presidente, Lorenzo Córdova y el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina. No le bastó con la ofensa que provocó a millones de mexicanos que hasta manifestó su indignación por estas prácticas y exigió a las autoridades competentes la más exhaustiva investigación.

Después de todo, siguiendo el protocolo de típico “servidor falso” pidió una disculpa pública: “Si en mis expresiones poco afortunadas hubo alguien que se sintió agraviado, pues bueno, emito una disculpa pública, pero vuelvo al punto, una disculpa pública respecto a dichos privados, pero vuelvo al punto, es pública esta disculpa porque se hizo público un dicho privado porque hubo una intervención ilegal”.

En este flamante discurso sería interesante desglosar sus palabras que reflejan el cinismo, la ignorancia, la falta de interés y de respeto hacia los indígenas.

1.- “Si en mis expresiones poco afortunadas hubo alguien que se sintió agraviado, pues bueno, emito una disculpa pública. Pero vuelvo al punto, una disculpa pública respecto a dichos privados.”.

– “Pues bueno” me suena a “¡Ya qué!”, “¡No queda de otra!”, “¡Qué más da!”.

He ahí la importancia de saber expresarse, pues como él mismo remarcó que su conversación fue mal interpretada por la población, de igual manera se puede entender que no suena tan convencido al ofrecer la disculpa, puro compromiso y nada más.

2.- “Pero vuelvo al punto, es pública esta disculpa porque se hizo público un dicho privado porque hubo una intervención ilegal”.

-Sólo porque hubo una intervención ilegal y se pudo filtrar esta conversación a oídos de la ciudadanía ofrece disculpas. ¿Acaso la disculpa no es sincera?

¡Haber si entendí! Como fue hecha pública la llamada se siente comprometido únicamente para que no sea visto de manera repugnante ante la ciudadanía. ”Pero vuelvo al punto” -repite dos veces- lo destacable de esta palabra es que a Lorenzo Córdova poco le interesa la opinión de las etnias indígenas y le preocupa más que alguien tuvo el atrevimiento de grabar su conversación y sacarlo a la luz pública. Es más importante que alguien está “dañando” su reputación por medio de una intervención ilegal que haber ofendido a un pueblo entero.

Que no les sorprenda el actuar de gente de este nivel, siempre se manejan de esta forma y este señor es la cúspide del cinismo en México. Aun así, dice ser referente y respetuoso de los grupos indígenas, aunque su vocabulario deja mucho que desear, se burló de una persona que su lengua materna no es el español cuando él siendo mestizo –además- de un servidor de “alto nivel” utiliza expresiones como “no mames güey”, “no mames cabrón”. Con este actuar Lorenzo Córdova nos ha demostrado su poca cultura y que no tiene ni la más mínima idea de lo que es el uso correcto del lenguaje.

En las redes sociales, miles de usuarios han manifestado su rechazo con lo sucedido y exigen su renuncia. Pero hasta el momento lo único que ha hecho es sentirse ofendido por aquellos quienes filtraron este audio.

Por dignidad y vergüenza, este servidor público debería renunciar a su cargo después de menospreciar a los mexicanos. Pero estas dos palabras no tienen ningún valor y significado en funcionarios de pésima educación, quienes están acostumbrados a perder toda moral con tal de seguir viviendo del erario público.

Los funcionarios todavía no han entendido que deben cuidar sus acciones y palabras pues están en la mira de todos. No les basta con ser cómplices del desorden social, económico y político que hay en México por la falta de compromiso y trabajo, sino que todavía tienen el descaro de hacer comentarios racistas y discriminatorios cuando la forma de vida clasista que tienen es soportada y pagada por aquellos a quienes desprecian.

Lorenzo Córdova Vianello es alguien que denigra no sólo las lenguas indígenas sino a las instituciones. Siendo el INE la máxima autoridad en materia electoral y defensor de la democracia en el país, qué podemos esperar de un instituto que es dirigido por una persona de tan baja calidad moral; qué podemos esperar de las elecciones cuando ni siquiera respeta la idiosincrasia de los pueblos, menos que asegure a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos político-electorales.

Quedan estas interrogantes…

Con estas acciones ¿La sociedad creerá y depositará plenamente su confianza en el INE?

Con Lorenzo Córdova como presidente, ¿Es el INE un instituto transparente y eficiente?

¿Existe en México una cultura democrática?

Reflexione amable lector.

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