Dentro de los hombres de Chiapas que dejaron profunda huella en el arte musical brilla con luz propia Esteban Alfonso García, quien nació en Comitán el día 15 cíe mayo de 1888. Sus padres fueron don Benito Alfonso y doña Aurelia García.
En su tierra hizo sus estudios primarios. Su padre era aficionado a la música, por lo que el mismo le impartió sus primeras enseñanzas en el solfeo y el piano, estudios que perfecciono con el maestro Femando Soria y en el Conservatorio Nacional de Música de la capital del país. Inicio sus actividades artísticas componiendo y ejecutando música en los templos, es decir, fue maestro de capilla, forma modesta de ligarse al sentimiento de los fieles y desarrollar su actividad creativa.
Esta actividad la ejerció tanto en Comitán como en Tuxtla Gutiérrez. Integro un quinteto de música clásica, el cual fue bastante conocido con el nombre de “Guadalupano”. En la Escuela Normal de Tuxtla Gutiérrez desempeño con eficiencia el cargo de catedrático de música. Fue uno de los fundadores del grupo “Ariel” de Tuxtla Gutiérrez, del cual formaron parte músicos, poetas y escritores de Chiapas.
Volvió a su tierra natal para deleitar a sus paisanos con su gran destreza en la ejecución del piano, fue catedrático de música en la secundaria y maestro particular de muchas personas que contrataron sus servicios. Integro un conjunto orquestal de gran renombre. Su producción musical es muy profusa y variada.
Son famosos sus danzones, valses, los boleros y los temas folklóricos. Entre sus producciones cuentan: “La pareja”, “Crepuscular”, “Cuando vuelvas”, “Que triste es la vida”, “Paludismo agudo”, “No debió de morir”, “Comitán de mis amores”, “Así murió la tarde”, “Silencio”, “Mosaico comiteco”, “Virginia”, “Coquetería”, etc. Buscando nuevos horizontes para su intensa actividad artística, se trasladó a Torreón, Coahuila, donde falleció el 29 de septiembre de 1950.
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