- Eduardo Ramírez Aguilar ha buscado por todas las vías dinamitar la alianza PRI-Verde en Chiapas

La carrera por la sucesión en varios estados del país comienza a ponerse interesante y el estado de Chiapas no es la excepción.

Ahora que el PRI se definió por Pepe Meade, el gobernador Manuel Velasco tendrá que negociar con el presidente Peña Nieto quién será el ungido en este bello estado del sureste mexicano.

Desde Los Pinos, le han intentado decir de muchas formas al gobernador chiapaneco que ni se le ocurra proponer al diputado local del Partido Verde, Eduardo Ramírez Aguilar, a quien tienen completamente vetado en el partido que encabeza Enrique Ochoa.

De entrada, los priistas no olvidan un episodio ocurrido en 2014 cuando Ramírez Aguilar era secretario de Gobierno de Chiapas y el entonces presidente nacional del PRI, César Camacho, visitó Chiapas. En un arranque de locura e ira, Ramírez prácticamente corrió de Chiapas a ‘tweetazos’ al líder tricolor. Horas después, el chiapaneco borró los tweets, pero el mensaje ya había sido entregado.

Además, en Los Pinos también molestó de sobre manera la actitud de Eduardo Ramírez durante el conflicto magisterial de 2016, pues este se puso del lado de los maestros disidentes de la CNTE e, incluso, el CISEN tiene información que el diputado chiapaneco financió el movimiento magisterial para derogar la reforma educativa, una de las reformas emblema del presidente Peña, elaborada por el entonces Secretario de Educación, Aurelio Nuño.

Y por si eso fuera poco, Ramírez Aguilar ya tiene también la enemistad de Jaime Valls, ex rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, e íntimo amigo de Pepe Meade. Esto debido a que cuando Eduardo Ramírez fue Secretario de Gobierno de Chiapas, corrió a Jaime Valls de la UNACH para poner como rector a uno de sus amigos, a pesar de gran trabajo que venía desempeñando el hijo del ex ministro de la Suprema Corte.

Sabedor de todo esto, Eduardo Ramírez Aguilar ha buscado por todas las vías dinamitar la alianza PRI-Verde en Chiapas, pues piensa que puede competir con el Verde solo, sin aliarse con el PRI, pero en Los Pinos saben que eso únicamente abriría la posibilidad de convertir a Chiapas en el primer estado gobernado por Morena.

Así pues, queda claro que en la carrera por la sucesión gubernamental, Manuel Velasco tiene una carta menos.

 

Via: Martín Martínez Elorriaga – Académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

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