Pobladores protegen nidos de tortugas marinas en Chiapas

Los habitantes del estado de Chiapas, en el sur del país, recolectan los nidos para evitar que los saqueadores se los lleven y los comercialicen en el mercado ilegal, donde llegan a pedir hasta 300 pesos (15.74 dólares) por ellos.

La temporada de anidación se da entre los meses de julio y diciembre de cada año, y en octubre se registra el punto más alto de anidación. Luis Arturo Álvarez Márquez, coordinador operativo del Santuario de la Tortuga en Puerto Arista, comentó a Efe que de las ocho especies de tortugas marinas que existen en el mundo, siete se encuentran en las aguas marinas mexicanas.

De estas, tres son las especies que arriban a esta parte del Pacifico: la laúd, la prieta y la golfina. Esta última es la más común en esta temporada.

El experto indicó que desde el Santuario de la Tortuga, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), salen recorridos nocturnos de monitoreo y vigilancia de este animal para tratar de ayudar a su conservación, mediante la recuperación de nidos y la liberación del mayor número posible de ejemplares.

«En 2017 cerramos el año con la colecta de 7,200 nidos; este año está resultando un tanto diferente, no están saliendo muchas y hasta el momento llevamos 5,000 nidos y 500 pequeñas tortugas liberadas», explica.

Cada nido tiene en promedio unos cien huevos, y «de estos tenemos una pérdida de entre un 30 y 40 por ciento y sobrevive una de cada mil», abunda.

«Nosotros recorremos 32 kilómetros de longitud para evitar el saqueo y aprovechamiento ilícito del huevo, asegurar que su supervivencia se incremente y minimizar los factores que la lleven a morir», asevera Álvarez.

El biólogo asegura que hay tres problemas serios que han orillado a la tortuga marina a su extinción: el saqueo del huevo para su venta, el consumo ilegal de este producto y la matanza indiscriminada de tortugas.

Explica que la tortuga marina más grande del mundo es la laúd, cuyo caparazón tiene 125 centímetros de longitud. Esta especie arriba al Santuario en el mes de diciembre.

José del Carmen Vásquez Durante es presidente del grupo Las Barritas de Belisario Domínguez, formado por un habitantes de la comunidad que realizan tareas de vigilancia a favor de la tortuga.

«El saqueo está muy fuerte; no solo sacan el nido, sino que las matan (a las tortugas)», y en ocasiones se encuentran parlamas dañadas en las redes de los pescadores, subraya.

Al respecto, Ramiro Moguel de los Santos, un costeño de la tercera edad cuidador de la tortuga marina, expresó que antes los saqueadores eran «muchos», pero que ahora, como los ven en los recorridos de vigilancia nocturnos, «han disminuido».

Teresa de Jesús Natarén Vásquez, quien participa en estas labores desde hace seis años, manifiesta que lo que más le gusta es recoger los huevos de tortuga: «La primera vez hasta grite, lo hice con una gran emoción; es pesado ir y regresar caminando tanto kilómetros, pero cuando encuentras un nido de huevo, es increíble».

Anabel Chávez, quien lleva cuatro años participando en los recorridos nocturnos, asegura que su grupo ha encontrado hasta 130 huevos por cada nido.

Normalmente, las tortugas ponen entre 80 y 100 huevos, aunque hay algunas que ponen únicamente 30, porque llegan a la playa cansadas y maltratadas.

Liberación de tortugas en Puerto Arista

/Reportaje especial

Por: Mario Vázquez

Carrera por la vida

Puerto Arista, Tonalá, Chiapas.- Las olas del océano pacifico chocan con fuerza en la playa de Puerto Arista, las condiciones no son las indicadas pero, el acto simbólico de la liberación de tortugas debe realizarse.

Allí está parada “Libertad” frente al inmenso mar, al igual que sus compañeras ya está lista para emprender una carrera de 10 metros por la vida, o como sucede en la mayoría de los casos, hacia la muerte.

-Antes de liberarla, pónganle un nombre a su tortuguita y denle un beso, sugiere por el altavoz uno de los veinte colaboradores del Tortufest 2012.

Inquietas en las manos de los participantes, como deseando ya ser liberadas y con ansias de enfrentarse a ese monstruo de agua, las tortuguitas agitan sus aletas incesantemente.

-A la cuenta de tres soltaremos las tortugas…

Una tortuga “Carey” adulta destaca entre las crías “Golfinas” de apenas 5 centímetros, ésta fue atendida en el centro tortuguero de una lesión en su caparazón y ahora será devuelta a su hábitat.

Tiene prisa o miedo, pues aletea con fuerza hasta dejar enrojecida el brazo del secretario del medio ambiente quien la sostiene con fuerza.

-Es importante que no se muevan de sus lugares porque las olas hacen que regresen las tortuguitas y las pueden pisar. Una, dos, tres…

Y ahí van las 300 miniaturas, algunas son más rápidas que otras,  varias quedan inmóviles, los niños las animan  gritando ¡avanza, avanza! Ellas atienden al llamado del mar que las atrapa con sus espumosas olas.

A lo lejos se asoman las cabecitas, nadie les enseñó a nadar, nadie les dijo a donde dirigirse o cómo defenderse de sus enemigos, confiamos en que por naturaleza, sabrán qué hacer.

 Solo una de mil

El proyecto de conservación de la tortuga marina en el estado de Chiapas de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural es coordinado desde hace diez años por Mireya Domínguez Aquino.

Para los trabajos de preservación, en Chiapas existen cuatro centros tortugueros: Costa Azul en el municipio de Pijijiapan, Barra Zacapulco en Acapetahua, además de Puerto Arista y Boca del Cielo en Tonalá.

El Tortufest es un festival que se realiza cada año en Puerto Arista, en esta ocasión a Mireya se le nota cansada y preocupada, dice que hubo poca difusión, ni siquiera regalaron playeras o gorras para el recuerdo, “estamos austeros, sin nada”.

Con prisa, responde a las preguntas sobre el trabajo que se realizan en los campamentos tortugueros.

-A partir del mes de agosto (hasta noviembre) todos los días se han estado liberando tortugas, ahorita llevamos liberando aproximadamente 146 mil tortugas.

Deja en claro que la liberación dentro del Tortufest corresponde a un acto simbólico.

-Se hace constantemente, sobre todo con la especie “Golfina” que es la que llega a estos lugares, hoy se liberaron tres veces en la noche, ese debe de ser el horario porque es cuando no hay depredadores.

En la entrada al campamento tortuguero se encuentra el corral de incubación, una especie de vivero en donde hay huevos de tortuga –“Golfina” y “Prieta”, las únicas especies que llegan a Chiapas- sembradas en la arena.

A partir del mes de mayo, cuando llega la época de lluvia, cada noche los conservacionistas se montan en las cuatrimotos en búsqueda de nidos de tortuga por toda la playa, cuando encuentran uno, recogen los huevos y los llevan al corral en donde pueden incubar con seguridad.

Tienen que pasar de 45 a 55 días para que las tortuguitas eclosionen, posteriormente son liberadas. Por desgracia solo una o dos tortugas llegan a la edad reproductiva, es decir, a los 12 años.

A través de patrullajes nocturnos los voluntarios también encuentran a especies heridas o enfermas, las trasladan al centro tortuguero y le brindan servicio médico, después de que se recuperan son regresadas al mar.

Las crías de tortuga son presa fácil de peces grandes y aves marinas, pero sobre todo, de un depredador más voraz e inconsciente, el humano.

Hueveros vs conservacionistas

-La cosa es bien fácil, mientras nosotros no compremos los huevos de tortuga, los hueveros no van a tener mercado, menciona efusivamente el conductor del Tortufest.

De mayo a septiembre u octubre es cuando se tiene más presencia de tortugas marinas en las playas chiapanecas y por lo tanto es en esas fechas cuando hay mayor ofrecimiento de huevos.

El objetivo principal de este evento es concientizar sobre el cuidado de la tortuga marina, las cual se encuentra peligro de extinción; el trabajo de preservación implica la participación de las autoridades, empleados, lugareños y turistas.

-La gente compra huevos de tortuga porque tienen la falsa creencia de que son afrodisiacos, pero eso es falso, es más, lo único que contienen son altos niveles de colesterol, dijo en entrevista el Delegado de Turismo de la Región Istmo, el turulo Alfredo Iglesias.

Las personas que realizan los recorridos nocturnos dicen que frecuentemente se enfrentan con los hueveros, grupo que también recorre las playas buscando nidos pero con un fin distinto al de la conservación.

La Marina: “Mal encarados” pero aguerridos defensores

En esta edición del Tortufest se le otorgó un reconocimiento a la XIV Zona Naval de la Secretaría de Marina “por su invaluable apoyo, esfuerzo y dedicación en pro de la conservación y protección de la tortuga marina en las costas de Chiapas”.

El Teniente Eduardo Candelario Sánchez Manzanilla fue quien recibió el galardón de parte del joven secretario del Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAH), Fernando Palafox.

El Teniente Manzanilla, quien es ecólogo marino y originario del estado de Guerrero, arrancó los aplausos al decir que desde su llegada hace 8 años a Chiapas, quedó maravillado con sus bellezas naturales, “no me iría de acá, y si me cambian me regreso” dijo.

En su participación, Fernando Palafox destacó que sin el trabajo de la Secretaría de Marina Armada de México, las labores de conservación de la tortuga no serían posibles ya que, “ellos no solo participan en la recolección y el cuidado de las tortugas sino también en el cuidado de los participantes, voluntarios y trabajadores”.

-Nosotros como una institución castrense estamos muy comprometidos con la conservación de los recursos naturales, trabajamos contra el derrame de hidrocarburos y la pesca ilícita, sin el personal que ven ustedes ahí al fondo, no sería posible, dijo con orgullo el Teniente.

Serios y con gran porte, los cuatro infantes de Marina observaban el acto protocolario, posteriormente se dejaron fotografiar con el reconocimiento que también a ellos les pertenece.

Ya son 22 años…

De dos años para acá, la liberación de tortugas marinas se realiza de forma simbólica, ya no como en años anteriores en donde se liberaban miles de ellas, con esto se procura que las tortuguitas sí lleguen al mar.

Más de cuatro millones de tortugas se han liberado desde que empezó el proyecto de conservación hace 22 años, una sencilla operación matemática nos arroja el resultado de que solo 4 mil de ellas han regresado a las playas a reproducirse.

Las tortugas marinas necesitan un empujoncito para ser libres y luchar por la vida, las nuevas generaciones deben comprender que si no se hacen estas tareas se puede acabar con la gran biodiversidad que tenemos en Chiapas.

 

Agradecimientos especiales a

  • Hotel “El Dulcito”
  • Restaurant “Sotavento”
  • Puerto Arista enamórate
  • Universidad Autónoma de Chiapas

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