Después de 13 años en prisión, desde esta tarde el profesor indígena Alberto Patishtán quedó en libertad luego de que el gobierno federal le concedió el indulto por violaciones graves a sus derechos humanos y errores en su proceso judicial.
Cabe destacar que Patishtán no solicitó el indulto ya que se considera inocente pero sí lo aceptó luego de que se lo notificaran en el Instituto Nacional de Neurología donde lo ha estado atendiendo por un tumor en el cerebro.
Diversas organizaciones civiles han señalado que el caso de Patishtán ejemplifica los obstáculos a los que se enfrentan los indígenas para acceder a la justicia.
El indígena tsotsil de 41 años de edad había sido condenado a 60 de prisión acusado de crimen organizado, lesiones, homicidio, robo, daños y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
En el municipio de El Bosque, Chiapas, pese a que varios testigos dijeron que él estaba en una reunión magisterial a la misma hora en ocurrió el asesinato múltiple.
Con la reforma al Código Penal que entró en vigor este mismo jueves se establece que se concederá indulto “previo dictamen del órgano ejecutor de la sanción en el que se demuestre que la persona sentenciada no representa un peligro para la tranquilidad y seguridad públicas, expresando sus razones y fundamentos, cuando existan indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos de la persona sentenciada’’.
El 12 de junio de 2000 en el municipio de El Bosque, Chiapas, fueron asesinados 7 policias municipales por medio de una emboscada; de la matanza sobrevivieron el policía Belisario Gómez y Rosemberg Gómez, hijo del presidente municipal.
A Patishtán, lo acusaron de ser el autor de los asesinatos y sin orden de aprehensión fue trasladado a Tuxtla Gutiérrez mientras le fabricaban delitos. En el pueblo, quienes apoyaban al maestro de primaria tomaron la presidencia municipal yatribuyeron la agresión a una represalia del presidente Manuel Gómez Ruiz.
A pesar de las irregularidades ya que las declaraciones de los sobrevivientes resultaron contradictorias -el policía, dijo no ser capaz de reconocer a Patishtán como su agresor; Rosemberg, el hijo del entonces presidente municipal, lo señaló como culpable- fue condenado a 60 años de prisión y fue trasladado al CERESO Número 1 de Cerro Hueco en la capital chiapaneca.