Ayer, una sonrisa penetro
El cristal de su mirada silenciosa,
Ocultando la gotera de los días, de las horas,
Por debajo de sus ojos.

La noche cubría su cariño y su cortejo,
Su amor florecía en la empedrada calle de los sueños,
Las huellas se extraviaban en los pasos de premura
Para llegar a casa.

Centinelas eran los ojos de su madre.
Cuando la demora aparecía
Risas, carreras, trabajos
Llenaban las reuniones por las tardes.

Se cubrían los anhelos de caricias,
Sin tocar la piel de la mística corola de veranos,
El libro infinito, revelo sus días,
Pronunciando su nombre de arco iris
Mientras la luna dormía entre sus ojos.

Después el tiempo pasó y se grabo en el alma,
Un 25 de agosto, dio inicio al ayer sin alas
Que nacía de la inocente experiencia y del amor.

Delicia de la vida, en los labios adecuados,
¡Así fue! Cultivaron frutos primorosos
Grandes risas, grandes llantos e ilusiones
Penas y agonías en reboso.

Su amor crecía como los años,
Era la suma en el respiro diario
En décadas donde sus ojos
Ocupaban un lugar en la pared
y en los desvelos.

Los años pasan
Como el agua entre las manos,
Y con dulzura duermen engarzadas
Las caricias y los besos que arrullan
El cansancio entre sus brazos.

Todo es luz y suspiros
Todo es Alegría y rezos.

La pareja se funde, se moldea
Se plasma en la tierra fértil de los años rosas
Y las flores pintan su camino de alborozo.

Son 49 los años que brillan
En las blanquecinas mentes,
La piel se adhiere a su retrato mortal
Y las canciones se añejan
mientras crece el tiempo
En el jardín de la heredad.

71 mas 76 dichas, placeres, enojos,
Se enredan en los tallos,
Que alumbran la ceguera
De los hijos, nietos y bisnietos.

Caminos melodiosos surcan
Con ternura y sentimiento.
Los recuerdos
De cariños y más cariños.

Hoy, la dulzura de su piel
Se tocan en los pétalos de la experiencia
La vida en osadía y sueños
Y la tangente de su amor perpetuo.

Hoy, agradezco a Dios por tenerlos entre mis ojos
Sus manos abrazan el amor de todos,
Sus labios besan cada frente, cada suspiro
En el anhelo cotidiano.

Hoy los felicito por luchar en cada latido
Por estar entre nosotros, protegiendo nuestras huellas.

Hoy, un día más, un nuevo reto, un nuevo sueño.
Gracias, por darnos su vida,
su tiempo y su amor…gracias.

DEDICADO
SRA. Bety Mandujano Alfonso
SR. Gilberto Ruiz Gordillo
POR SUS 49 AÑOS DE CASADOS.

25 DE AGOSTO DEL 2006