Hoy en día contamos con una infinidad de productos financieros, ofrecidos por los bancos de toda la vida, fintechs y otras instituciones financieras modernas. Uno de los principales, y más exitosos, son los préstamos personales. Por ello, hablaremos de este tipo de créditos a continuación.

Un préstamo personal es una forma de conseguir dinero, y normalmente sin tener que explicarle al banco qué uso se le va a dar. Existen muchas opciones, así como distintas formas de pago y diversos montos.

A tener en cuenta antes de pedir un préstamo personal

Todo aquel que desee pedir un préstamo tendrá que estudiar su propia economía, para después ver cuál es el Costo Anual Total de la operación (CAT) y saber si puede adquirir ese compromiso financiero. Siempre que se opte por cuotas fijas, se pueden planear con exactitud cuánto se va a pagar al mes, y cómo va a impactar esto a las finanzas.

En función de cuál sea el crédito escogido, se pueden sacar montos importantes y financiarlos en varios años. Además, haber tenido problemas financieros en el pasado no tiene por qué suponer un problema, ya que se pueden conseguir préstamos sin checar el Buró de Crédito.

Llegado el caso, es posible adelantar pagos y conseguir descuentos por ello. Los clientes también tienen la oportunidad de ofrecer garantías, tales como inmuebles o inversiones, para conseguir mejorar las condiciones de financiación.

Las tarjetas hacen que tanto el banco como los propios clientes tengan un control mayor sobre el límite del crédito y la cuenta del titular. No obstante, conseguir un préstamo es mucho más sencillo, e incluso hay empresas que ofrecen dinero sin llegar a consultar el historial de crédito del cliente, ni estudiar cómo van a impactar esas cuotas en la economía de la persona que solicita el crédito.

¿Cuándo se debe pedir un crédito de este tipo?

Una vez que se planean las finanzas personales y se examinan las características de los distintos tipos de préstamo que existen en el mercado, es recomendable recurrir a ellos para financiamientos importantes, por ejemplo comprar un vehículo o poner en marcha un negocio.

Puede ser también una buena opción cuando hay que poner en equilibrio las finanzas personales. Si te encuentras en alguna de estas situaciones, no dudes en consultar la información que encontrarás en el siguiente enlace: https://www.moneyman.com.mx/creditos-personales/

Al margen de las nuevas condiciones de financiamiento y de las distintas ofertas que hacen las instituciones financieras a la hora de contratar un crédito, hay que pensárselo bien antes de elegir una modalidad. Por ejemplo, para elegir la forma de pago hay que tener en cuenta las propias necesidades, así como las del valor del producto o servicio que se necesita y los recursos con los que se cuenta a la hora de hacer la compra (en términos de dinero y tiempo).

Se recomienda hacer siempre un presupuesto para conocer las posibilidades con las que se cuenta, y cumplir con lo acordado en el contrato del préstamo para evitar endeudarse en exceso.

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