¿Por qué entre los múltiples y viles calificativos que tienen las Corridas de toros está también la COBARDÍA?
Porque la lucha es desigual: los toros son sometidos, no van por su voluntad; los toreros y ayudantes usan un arsenal de instrumentos de tortura y jamás se ajustan al reglamento que regula esta práctica.
También es un FRAUDE: El toro antes de salir al ruedo ha sido encerrado en un chiquero durante dos días, lo golpean y le hacen cargar fardos muy pesados, no les dan agua ni comida, los purgan para que la diarrea los debilite, les untan vaselina en los ojos para que no vean bién y estopa en narices y garganta para dificultar su respiración, para que no tiendan a echarse les raspan el lomo y las patas y los rocían con aguarrás, de manera que al salir al ruedo ya con el clavo de la divisa, éste es un animal horrorizado que busca la salida y no un toro enfurecido como se cree. Antes de continuar comentaré que la única evidencia que hemos encontrado en fotografía es cuando le están limando los cuernos, que también es doloroso para el animal y no está permitido por el reglamento. Lo que aquí expreso lo dice D. Eduardo del río (Rius) en su libro “Toros sí, toreros no” y un escritor Andaluz Luis Gilpérez Frayle autor de: “España roja”, “La vergüenza nacional” e “Instrumentos de tortura” (Puede buscarse en internet).
Yo diría que el que mata al toro es el picador, pues convenientemente no se sujetan al reglamento que sería hacerle al toro una sangría y la pica no debería penetrar más de 3 cms., pero le encarnan al toro 15 y algunos dicen que hasta 40 cms. provocándole al toro una gran hemorragia, y éste inmediatamente está ya doblando las patas y vomitando sangre, naturalmente le han roto tendones y mantiene la cabeza baja, entonces el “VALIENTE” matador estaría en condiciones de atravezar el cuerpo y el corazón del toro para darle muerte, pero generalmente no lo logra y el toro únicamente se paraliza y desvanese pero no muere, de manera que cuando le cortan orejas y rabo y es arrastrado aún está vivo.
Desgraciadamente de esto casi ningún espectador se da cuenta, pareciera ser que la tortura está cubierta con un velo de brillo que no permite ver lo que hay detrás de él. Algunos espectadores se ponen eufóricos por los efectos del alcohol, otros están entretenidos con los arrumacos, otros más disfrutando del ambiente amenizado por los pasos dobles indudablemente muy alegres y bonitos.
Un sólo motivo bastaría para que estos espectáculos fueran prohibidos: ENSEÑAR A NUESTROS NIÑOS Y JOVENES A DISFRUTAR DE LA CRUELDAD Y VIOLENCIA. ¿Cómo podemos quejarnos de la violencia que existe en nuestros días? ¿Cómo podemos esperar que las nuevas generaciones sean mejores?
La verdad no creo que esto sea difícil de entenderse, por eso PRODEFA señala lo que está mal para que en un futuro tengamos UNA SOCIEDAD LIBRE DE VIOLENCIA.
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