En México no se conoce una cifra oficial de la prevalencia de la enfermedad, ya que muchos de los cerdos no llegan a rastro, estos son faenados en las comunidades rurales donde no existe inspección sanitaria de la carne, aunado a que los usos y costumbres de estos pueblos permiten que esta zoonosis siga presente después de que en el siglo XX estuviera erradicada de Estados Unidos y países europeos.
La Secretaria de Salud del Estado de Chiapas niega que exista la enfermedad cisticercosis porque la buscan en los rastros municipales, “donde jamás la van a encontrar, los cerdos afectados son los de comunidades marginadas, la mayoría de estos cerdos están libres deambulando por las calles sin la atención los propietarios”, declara preocupadamente Eduardo del Valle Díaz, Médico Veterinario Zootecnista (MVZ), quien realizó una investigación sobre esta enfermedad en las regiones Altos, Frailesca, Centro y Selva.
Donde hay cerdos con cisticercosis hay uno o varios portadores de parásitos conocidos comúnmente como “solitarias” (Taenia solium), parece lejano pero estos cerdos son comprados por introductores de Chiapa de Corzo, San Cristóbal (rastro de Cuxtitali), Teopisca, entre otros municipios, por el sabor de la carne de cerdo de traspatio.
Muchos introductores al encontrar cerdos infectados los compran a menor precio para después con la carne hacer chorizo, que es la forma más popular en que los cisticercos pasan desapercibidos, informa para Todo Chiapas el chiapaneco graduado de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
Del Valle Díaz, quien actualmente está por concluir la Maestría en Ciencias de la Producción y Salud Animal en la Universidad Nacional Autónoma de México, enfatiza en que las autoridades de salud deberían prestar atención en los casos de personas que tienen “solitarias” (Taenia solium), “estas en su mayoría son de los pueblos marginados, que con el fenómeno de migración muchos van a ciudades cercanas a trabajar en la venta de alimentos en la vía pública, lo que los convierte en focos de infección ya que muchos no tienen ni agua para lavarse las manos”, agrega.
“Se habla que hay atención en salud por medio de las caravanas de salud y en mi experiencia puedo decir que los médicos son los primeros en dar la información falsa, atribuyendo a que si consumen carne de cerdo esta les va a provocar la enfermedad, también estas caravanas van una vez a la semana a la localidad y es tanta la demanda de los servicios de salud que no se daría abasto para atender específicamente a los pacientes por parasitosis”, dice el maestrante.
En Chiapas se inició un programa piloto para detectar la enfermedad en municipios de 7 regiones socioeconómicas en el 2010 con apoyo del Comité de Fomento y Protección Pecuaria de Chiapas, los datos que se obtuvieron arrojaban una prevalencia baja (8%) en estudios serológicos.
De 2011 a 2015 el MVZ Eduardo del Valle junto con colaboradores y estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNACH se incluyeron a trabajar en el entonces “Programa de control y erradicación de la Teniosis-cisticercosis en México”, donde se realizaron diagnósticos en cerdos de las comunidades rurales marginadas de los municipios de Villaflores, Villacorzo, Ángel Albino Corzo, Suchiapa, San Cristóbal de las Casas, San Lucas, Totolapa, Venustiano Carranza, Nicolás Ruiz, Sitalá, Chilón, Chalchihuitan, Chanal. Esto fue mediante el método de ultrasonografía que es altamente sensible y específico.
Las mayores prevalencias de la enfermedad se localizaron en los municipios de San Cristóbal, Teopisca, Amatenango del Valle, Totolapa, Sitalá y Venustiano Carranza, siendo estos dos últimos, zona de estudio de un proyecto de promoción para la salud como medida preventiva para esta parasitosis.
En estos municipios prevalece la marginación en sus comunidades rurales, la falta de educación, de agua potable, drenaje, servicios médicos de calidad y asistencia para la producción de animales de traspatios.
Algunos municipios cuentan con drenaje pero este desemboca en donde están los cerdos que literalmente comen el excremento de las personas, en otros hay Unidades Médicas Rurales y de Servicios Ampliados en donde los médicos y personal desconocen el ciclo biológico de la enfermedad propagando información falsa sobre la transmisión y medidas de control.
En muchos de los pueblos aun no tienen baños o red de drenaje adecuada (en lugares esta red de drenaje está conectada a los comederos o lugares donde crían cerdos) y a las personas se les hace fácil defecar a ras de suelo, es por ello que las heces son consumidas por los cerdos que deambulan libres por las calles.
El chiapaneco lamenta que en el estado no exista apoyo para los jóvenes investigadores, ya en muchas ocasiones ha tratado de acercarse a las instituciones de salud para presentar los resultados de su investigación y proponer un proyecto que permita controlar esta enfermedad, sin embargo, no ha recibido respuestas positivas.
¿Qué es la cisticercosis?
La cisticercosis es una enfermedad parasitaria causada por el parásito Taenia solium conocido como solitaria, afecta a humanos (teniosis) y cerdos (cisticercosis). Los cerdos se infectan por comer materia fecal de humanos portadores del parasito y desarrollan la enfermedad, cuando esta carne es consumida completan el ciclo del parasito.
Los humanos se infectan con neurocisticercosis (cisticercosis localizada en el sistema nervioso central) por malos hábitos de higiene, ya que al ir al baño y no lavarse las manos, tocan la región anal, que es por donde sale el parasito, y se contaminan con los huevecillos.
Del Valle Díaz dijo que los factores de riesgo para que se presente la enfermedad son: cerdos libres en las calles, mala o insuficiente red de drenaje, falta de agua potable, falta de servicios médicos de calidad y fecalismo a ras de suelo por las personas.
Cabe destacar que es una creencia popular que este padecimiento se presenta por comer carne de cerdo mal cocida. Lo que produce comer carne de cerdo mal cocida es la parasitosis intestinal por Taenia solium, convirtiéndose la persona parasitada en un riesgo potencial, ya que diariamente arroja en sus materias fecales 200 mil huevecillos que, de ser ingeridos por él mismo o por otra persona en alimentos contaminados, se van al cerebro y causan la neurocisticercosis
COMENTARIOS
Tags: enfermedades, Investigación, Noticias de Chiapas, Puercos