EROS
En la oscuridad
te besaba sin las manos
y los labios de silencio invadían
el espacio de tus sueños,
los ojos sonámbulos
por la rendija de tu blusa
extraviaban el fulgor de la gracia
en la mesura de haladas fantasías,
trazando la línea espiritual a tus latidos
la noche bronceada,
parpados violetas
y cantos misteriosos en tu cuerpo
se embriagaban en la copa de Eros,
con la negrura de un suspiro,
o en el cosquilleo de un aliento
Disfrazado de sonrisa,
mientras acariciaba tus tejados,
los planetas, los jardines,
los espacios condenados por los cuervos.

Las sombras avanzaba con el tic-tac en la mirada
y en el crucificar de tus anhelos,
estábamos solos,
mas solos que tu ombligo,
o una noche de verano,
el sabor a mañana adormecida
por la fatiga agonizante del deseo,
atizaba lentamente
la ondulaciones serpentinas,
sobre la almohada desnuda
o la muralla descalza a mitad de la nada,
el oleaje boca del mar,
la brisa norsureña,
en el recuerdo extraviado por las sabanas.

Nuestro amor,
gestado con un beso mortal
sobre tu cuerpo de bálsamo encantado
el vino de tus labios
disfrazados en incienso
y vestido con tu aroma,
nos amamos…
con estrellas salpicantes
sobre tu mirar cósmico,
en la vena delirante de las noches de más
turbaciones en el cardio sediento de tí.

C. ALBERTO PALACIOS
01/08/07