Zara plagia diseños de bordados chiapanecos por segunda ocasión

Zara es una de las marcas de moda rápida más conocidas en todo el mundo y ahora incorporó a su catálogo una chamarra con el bordado tradicional de la comunidad de Aguacatengo.

En esta ocasión las copias de sus prendas las hizo en México, donde un medio y una organización civil denunciaron la copia de los diseños de indígenas chiapanecos.

Tanto Impacto como Animal Político, han hecho circular a través de redes sociales un artículo en el que se da cuenta del plagio a diseños de indígenas chiapanecos, en un fenómeno que no ha cesado a pesar de que han sido múltiples las denuncias y campañas que buscan acabar con el plagio y la apropiación cultural.

Zara promociona la prenda en su sitio web con una rebaja de 39 a 29 euros (725 pesos, aproximadamente) y la describe como una “chaqueta de cuello redondo y manga larga abullonada. Detalles de bordados a contraste. Cierre frontal con cordón acabado en borlas”.

Los 725 pesos de esta prenda, contra los 150 pesos que Animal Político dice cuesta una de las prendas bordadas por las indígenas es un contraste demoledor que explica el beneficio económico que encuentran las grandes marcas que roban los diseños, contra las nulas políticas de defensa a la propiedad intelectual.

La idea de apropiación cultural es una manera de explicar la ventaja que encuentran las marcas de aprovechar diseños propios de determinadas culturas y lograr con ello productos para su venta masiva.

Muchos diseñadores argumentan que se inspiran en estos diseños y que no hay una apropiación como tal, aunque cuando se trata de enormes compañías como una Zara o la propia Christian Dior, parece que las denuncias se convierten en ecos que se pierden en el aire.

Esta es la segunda ocasión, la primera fué en 2016, lo hizo con una blusa originaria de esta misma comunidad. Adriana Aguerrebere, directora de la organización Impacto, encargada de vincular a productores y consumidores para generar comercio ético dice que se trata de un plagio y una muestra de que a estas marcas no les llega el mensaje de que tienen que se respetuosos con las comunidades.

Además de que las empresas simplemente ven un beneficio económico y dejan atrás el beneficio social de desarrollo integral de comunidades, el beneficio ambiental, integral de desarrollo de las diferentes comunidades tanto de México, como del mundo, declaró Aguerrebere.

Riqueza textil: los hilos de Chiapas que nos conectan con el pasado

Huipil de San Andres Larrainzar - Foto: Karen Elwell

Huipil de San Andres Larrainzar – Foto: Karen Elwell

Uno de los productos más bellos y conocidos del arte chiapaneco son los textiles. Además de su atractivo colorido y de sus bellas formas, los textiles que las comunidades indígenas chiapanecas hacen hoy en día provienen de una tradición muy antigua; esto permite rescatar formas, colores e incluso creencias de los pueblos de la zona.

La palabra textil proviene del latín textiles y se refiere a toda clase de confección realizada a base de un tejido. Confeccionar un textil es una de las actividades más antiguas. La humanidad, al tener la necesidad de cubrirse de los embates de la naturaleza y el clima, tuvo que desarrollar una tecnología para obtener abrigo y protección para su cuerpo.

Poco a poco, una actividad básico como ésta fue tomando vida propia; ya no sólo se trataba de cubrirse, sino que el descubrimiento de nuevos materiales y colores permitió que los textiles y la ropa se convirtieran en una oportunidad para experimentar colores y diseños, y se transformaron también en símbolos de estatus social y poder.

Los restos del tejido antiguo en Chiapas

Un textil nos dice mucho acerca de quien lo porta y de la comunidad en la que fue realizado, ya que podemos conocer, además de creencias y símbolos, los materiales de que disponen, las técnicas que conocen y sus intereses estéticos.

En la actualidad se conservan muy pocas muestras de textiles antiguos, debido a que el material orgánico con el que fueron elaborados, a partir de fibras vegetales, tiende a descomponerse y desaparecer. Por fortuna en Chiapas se han encontrado restos de textiles que, gracias a condiciones particulares de temperatura y humedad, no se perdieron y nos permiten tener una muestra de las prendas que confeccionaban los antiguos pobladores el estado.

Textil de Tenejapa -  Foto: Karen Elwell

Textil de Tenejapa – Foto: Karen Elwell

Algunos fragmentos de textiles prehispánicos, se exhiben en el Museo Regional de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez, fueron encontrados en cuyas condiciones hicieron posible conservarlos a través de los siglos. Una de éstas es la de la Garrafa, en la que se hallaron, además de una momia infantil y otros elementos que la acompañaban como ofrenda mortuoria, un huipil de niña teñido en azul, una manta y una camisa que han sido fechados en el siglo xv por los arqueólogos.

Cerca de Comitán se encuentra la cueva de Chiptic, en la que también se hallaron fragmentos de textiles antiguos. El arqueólogo Blom escribe que encontró “una pareja de largas piezas de algodón, decoradas en colores”. El textil de estos fragmentos, al parecer, fue pintado después de tejido con una técnica similar a lo que conocemos actualmente como batik.

Se sabe que en Chiapas se utilizaban plantas como el añil silvestre, del que se obtenía un color azul, y el achiote, del que se podía obtener un anaranjado rojizo a partir de sus semillas. Los colores se extraían principalmente de las plantas, aunque también se usaban pigmentos minerales y animales.

Las cuevas chiapanecas, pues, nos han dejado un legado importante: la conservación de pequeños pero valiosos fragmentos textiles que nos dan una idea de lo que los pobladores antiguos de esta zona hacían con sus hilos.

Con el hilo de la vida en sus manos

Aprendiendo el arte del textil - foto: llhuicamina

Aprendiendo el arte del textil – foto: llhuicamina

Las niñas indígenas chiapanecas son instruidas desde pequeñas en el arte de tejer y se les enseña el proceso de fabricación de un textil. En el caso de la lana, la instrucción comienza a partir del momento en que el animal es trasquilado y la lana es sometida a una serie de procedimientos para poder hilarla y tejerla: se limpia, después se lava con una planta saponaria o jabonosa, para posteriormente hilarla, y teñirla si así se requiere. Muchas comunidades crían sus propios borregos, pero compran lana trabajada por otros para hacer prendas que serán vendidas. En pocas palabras, el proceso de la vestimenta es cuidado desde la recolección y el procesamiento de los materiales, y a cada una de las etapas se le dedica tiempo y cuidado. Esto demuestra la importancia que el trabajo de la tejedora, que empieza a serlo desde niña, tiene en la vida del hogar y la comunidad.

La admiración que la vestimenta indígena nos provoca, con sus formas y colores, es producto de este arduo trabajo. Son muchas las prendas que las comunidades hace, pero quizá las más conocidas sean los huipiles, túnicas sueltas sin mangas, compuestas de dos o más lienzos. Algunos son cortos, para cubrir únicamente el torso. Otra pieza fundamental de la vestimenta femenina es el enredo (una especie de falda) que, como su nombre lo indica, es una pieza de tela que se enreda alrededor del cuerpo de la mujer y que puede sostenerse por sí sola o sujetarse con una faja. En la vestimenta masculina chiapaneca podemos destacar el uso del cotón, que es una especie de jorongo, generalmente hecho de lana, sin mangas y con una abertura para la cabeza. Existe otra prenda muy similar, pero con mangas, llamada chamarro, y que funciona como un abrigo para cubrirse del frío.

Bibliografía: Gobierno del estado de Chiapas: “Chiapas el hallazgo de un tesoro”, terracota, junio 2010.

Los textiles de Chiapas

La gran riqueza cultural de los Altos de Chiapas está representada en sus hermosos textiles, estos representan la herencia cultural de los pueblos indígenas, como formas de verdadera resistencia cultural, en ella van plasmados siglos de conocimientos ancestrales que son heredados de generación en generación.

Por ejemplo en el poblado de Magdalenas, Aldama, podemos observar la gran riqueza textil que presenta su Santa Patrona, a la cual los mayordomos le lavan sus ropas y posteriormente bebe el agua como forma de absorver los conocimientos ancestrales.

Por otra parte, en Zinacantán existe el último vestigio de arte plumario en México y lo encontramos en el traje de novia, el cual fue el producto de una alianza de sangre maya y azteca. En los textiles, cada detalle de la tela representa parte de un universo conceptual de raíz prehispánica. Motivos florales, zoomorfor y antropomorfos, unidos entre sí, dejan entrever la posesión de un sígnificado especial que los hace irrepetibles y únicos. El huípil usado por la Señora Xoc de Yaxchilán en 709 A.C. es ascendiente directo de los huipiles ceremoniales de los Altos de Chiapas.

Cada prenda de lugares como: Magdalenas, Tenejapa, San Pedro Chenalhó, San Andrés Larráinzar, Zinacantán, o San Juan Chamula, lleva una historia propia. Los colores rojo, amarillo, azul, verde o blanco predominantemente, tienen una estrecha relación en la visión regente del cosmos.

Esta maravillosa labor se ha reservado en los pueblos indígenas exclusivamente para las mujeres, quienes a la edad de 12 o 13 años inician con el telar de cintura. Anteriormente, el tejido tenia únicamente el objetivo de vestir a la familia y a los santos, sin embargo en la actualidad se ha convertido en una actividad económica muy importante para algunas familias.

Y no sólo la región de los Altos de Chiapas se distingue por esta maravillosa tradición, si no también son notables los textiles de Amatenango del valle, Aguacatenango, Bochil, Ocosingo, Las Margaritas, y el de las Montañas del Norte. Destaca de forma principal el textil de San Bartolomé de los Llanos, hoy Venustiano Carranza, éste se sigue realizando con la misma técnica utilizada por los antiguos mayas.

Otros textiles importantes, aunque no de origen prehispánico, son los bordados en Chiapa de Corzo, emblema no solamente de la riqueza cultura de esa ciudad, sino también identificados con la esencia misma del chiapaneco.

Hay que reconocer el valor artístico de ésta artesanía y aunque son productos de uso diarío o decorativo, y con el paso de los años se ha perdido el significado espirítual que los creó, aún es posible rescatar y preservar esta tradición ancestral.

Textiles Chiapanecos

[wzslider autoplay=»true»]