La eficiencia energética se ha convertido en una auténtica preocupación para los mexicanos y, en general, para la mayor parte de los habitantes del mundo. Al fin y al cabo, el futuro bienestar de nuestro planeta depende, en gran medida, de ella. Pero ¿qué podemos hacer para incrementarla y hacer nuestro hogar más sostenible? Aquí vamos a dar algunas claves al respecto.

Cómo incrementar la eficiencia energética de nuestro hogar

México produjo 407,695 megatoneladas de CO2 (dióxido de carbono) en 2020. Y aunque las emisiones de CO2 per cápita descendieron hasta 3,05 toneladas por habitante (en comparación con 2019), las cifras siguen siendo desalentadoras. Por este motivo, hay que luchar por reducir estas emisiones todo lo que sea posible.

En este sentido, es indispensable poner en práctica los siguientes consejos y recomendaciones:

• Reemplazar los electrodomésticos antiguos. Una lavadora con 5 años de antigüedad puede consumir 3 o 4 veces más energía que una reciente que cueste lo mismo. Esto hace que la inversión se amortice de forma relativamente rápida una vez realizada.
• Mejorar el aislamiento de la vivienda. Muchas veces no hace falta sustituir las ventanas y cerramientos del hogar; es suficiente con colocar un buen sellador en ellos, así como en las puertas y en cualquier otro elemento que dé al exterior.
• Usar de forma más eficiente la calefacción. Es el sistema que genera un mayor gasto de energía y, en muchas ocasiones, se llega a perder el 65 % de su capacidad calorífica en los hogares mexicanos. Conviene ajustar siempre los sistemas a la temperatura de confort, que es de 23-25º C.
• Reducir el consumo de agua. El agua se ha convertido en un bien escaso en muchos lugares como, por ejemplo, San Cristóbal de las Casas. Es indispensable, por tanto, consumirla de forma más eficiente: llenar la lavadora y el lavavajillas, mantener los grifos abiertos solo cuando sea necesario o comprar un mecanismo de doble descarga para la cisterna, son pequeñas acciones que pueden marcar una gran diferencia.
• Apagar los equipos electrónicos cuando no se usan. Tanto los electrodomésticos como los ordenadores, televisores y teléfonos móviles, con la excepción del frigorífico. Tengamos en cuenta que, aunque estén en reposo, siguen gastando energía.

Otras recomendaciones interesantes

Sin embargo, hay otras sencillas acciones que también pueden ser de ayuda para lograr un hogar más eficiente. Hablamos, por ejemplo, de aprovechar mejor la luz natural que entra por las ventanas mediante el uso de toldos y cortinas adecuadas. Asimismo, siempre que se funda una bombilla, conviene sustituirla por una de tipo LED. La diferencia de consumo es abismal.

Por su parte, en caso de querer afrontar una reforma integral del hogar, entonces sí conviene buscar a alguien que realice un proyecto enfocado a la sostenibilidad y el ahorro energético. Los sistemas de aislamiento térmico más modernos reducen notablemente las cifras de emisiones de CO2 a la atmósfera generadas en los hogares.

En definitiva, aunque no podamos permitirnos realizar una reforma integral de nuestro hogar, hay muchas pequeñas acciones que podemos llevar a cabo con el propósito de reducir el impacto que tiene sobre el medioambiente. Reemplazar los electrodomésticos antiguos y las bombillas cuando se rompan por otras más eficientes, usar los sistemas de climatización de forma adecuada y reducir el consumo de agua, son algunas de las más importantes.