Por Isaí Flores López
TUXTLA GUTIÉRREZ (Notimex).- El Museo de Paleontología de Chiapas ‘Eliseo Palacios Aguilera’ resguarda una colección de más de seis mil fósiles, entre esponjas o poríferos, caracoles, corales y otros, cuyos orígenes se remontan a unos 65 millones de años.
En el Cretácico, el mar que cubría Chiapas era somero y de aguas templadas, en él habitaban gran cantidad de organismos, que ya no existen y dejaron sus restos en sedimentos, de los cuales yace esta colección de más de seis mil fósiles en la entidad.
También se encuentran rudistas, erizos de mar, cangrejos, algas, foraminíferos, amonites, belemnites, cocodrilos y tortugas, entre otras especies. El director del museo perteneciente a la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural, Marco Antonio Coutiño José, explicó que un fósil es un proceso que dura miles o millones de años.
Refirió que fue el 21 de octubre de 2002 cuando se abrió este espacio para la investigación y exhibición de fósiles, y este año celebraron su 12 aniversario con una exposición de los más recientes hallazgos para mostrar la paleodiversidad de crustáceos. Detalló que se inicia cuando los organismos mueren y son rápidamente sepultados e incorporados a los estratos terrestres, con el paso del tiempo se petrifica.
Por ello, añadió, se ha fortalecido la paleontología para estudiar los vestigios de plantas y animales, de lo que Chiapas es rico, entre el periodo Precámbrico, fecha de la que datan los fósiles más antiguos y cuaternario, en los últimos 10 mil años, cuando se empezaban a retirar los glaciares.
Un fósil es una evidencia antigua que va de tres mil 500 millones a 10 mil años, el concepto de vida lo entendemos como la manifestación de la materia y la energía en estructuras a base de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
Narró en entrevista que el potencial localizado en gran parte del estado muestra que 300 millones de años atrás el territorio estatal presentaba ambientes y organismos distintos a los actuales, el mar dejó lugar a una amplia depresión y altas montañas.
‘Hoy debemos aprender a conservar lo que tenemos, los recursos naturales, valorarlos, porque los fósiles son una parte de los seres vivos que existieron en el pasado y que lograron conservarse por miles y miles de años en los estratos rocosos de la tierra’, acotó.
Ahora, los mismos procesos naturales que en el pasado remoto los sepultaron, los han devuelto a la luz, su presencia constata la fascinante historia natural de los grupos de organismos que existen hoy en Chiapas, sostuvo Coutiño José.
‘Los primeros fósiles encontrados en Chiapas son de 1880, por parte de biólogos alemanes; en el municipio de Ocozocoautla localizaron el primer pez, para 1920 surgió el interés del profesor Eliseo Palacios por la paleontología’, comentó.
Hoy se exhibe en el museo fósiles de diversas edades, lo más antiguo son de 250 millones de años y corresponden a fusulinidos, pequeños caracoles, conchas, braquiópodos. Por la edad, dijo, su conservación no es muy buena.
‘Se muestran hallazgos de peces un poco más de 90 a 100 millones de años localizados en Ocozocoautla con muy buena fosilización, restos de crustáceos, como camarones, langosta y vegetales’, apuntó.
Se avanzó, continuó, en el tiempo y en la exposición en el museo se muestran especies de 67 a 70 millones de años y corresponden a caracoles, conchas, estrellas de mar, corales y cangrejos, especies nuevas para la paleontología.
Chiapas es más diverso en crustáceos fósiles, ‘hemos tenido desde 23, 40, 70 hasta 100 millones de años los registros fósiles, pero también encontramos fósiles con edades de 40 a 52 millones de años, organismos parecidos a un arrecife, localizados en el municipio de Emiliano Zapata’.
El potencial se debe a que Chiapas estuvo sumergido en mar desde hace 250 millones de años hasta hace poco más de cinco millones de años, cuando ya presentaba una serie de islas y para 23 millones de años se empezó a hablar de restos de organismos terrestres.
La colección científica de más de seis mil piezas ha pasado por un proceso de limpieza y restauración en el laboratorio a cargo de seis paleontólogos, luego se investiga el organismo y su pertenencia, apuntó.
Entre los vertebrados se ubican los peces, pequeños mamíferos, mamut mastodonte, perezoso gigante y armadillo gigante, mientras que entre los invertebrados se encuentran los caracoles, conchas e insectos en ámbar.
La colección tiene gabinetes metálicos resguardados bajo llave, por gavetas y clasificados por municipios en el museo, los municipios que proveen más hallazgos son Ocozocoautla, Emiliano Zapata, Simojovel, Villaflores, La Concordia, y Villacorzo, entre otros.
Se trata de especies que se extinguieron por los cambios del clima, por falta de alimentación, por enfermedad, por la desaparición de los mares y por los cambios drásticos en el medio en que vivían.
En la entrada del Museo de Paleontología se localiza un jardín prehistórico que ejemplifica un ambiente natural de poco más de 200 millones de años, en los que vivían muchas especies, como los dinosaurios, se compone de la milenaria planta de espadaña o cicadas, que han logrado sobrevivir a ambientes muy secos y que su floración es cada 10 años.
Entre las instituciones que apoyan la investigación en paleontología está el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el grupo de organismos fósiles es muy grande, enfatizó Coutiño José.
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