En el corazón de la Selva Lacandona de Chiapas, en Ocosingo, y muy cerca de la frontera con Guatemala existe un lugar escondido, de gran belleza, llamado Bonampak. Bonampak, que quiere decir “paredes pintadas”, es una ciudad prehispánica de las más esplendorosas e importantes del llamado periodo clásico maya, que se extiende del año 200 al 900 de nuestra era, tiempo en el que florecieron Palenque, Toniná y Yaxchilán, ciudadvecina de Bonampak. Arqueólogos e historiadores suelen decir que fue descubierta en 1946 por un fotógrafo extranjero que tropezó con ella mientras andaba por la selva. La verdad es que, como casi siempre ocurre, ese sitio ya era bien conocido por los indígenas de la zona desde hacía mucho tiempo.
Si en algo se distingue Bonampak es por regalarnos, conservadas de forma increíble, las muestras más espectaculares del arte mesoamericano de la antigüedad. Su edificio más famoso es el Templo
de los Murales, que ha suscitado el interés de estudiosos de todo el mundo porque es una de las fuentes más precisas y abundantes que existen de información sobre los mayas antiguos; su vida
social, política y cultural plasmada con infinidad de detalles. Conocer Bonampak es conocer la historia a través del arte. Esta hermosa ciudad no es sólo belleza en pinturas y esculturas, es narración visual que la selva guardó casi intacta para nosotros. Bonampak fue decretada Monumento Nacional en 1992.
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Descubren nuevo ciclo en el calendario maya
El tablero Este –descubierto en el Edificio I del Grupo XVI de Palenque, Chiapas, en 1993– develó un nuevo secreto de aquella civilización: un ciclo calendárico de 63 días, el cual según el especialista en escritura maya, Guillermo Bernal Romero, podría estar relacionado con un evento astronómico de Saturno.
El descubridor de este hallazgo, Bernal Romero, investigador del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que está asociado con el ritual de «taladrado» de fuego (joch’k’ahk’), dedicado al dios zarigüeya o tlacuache.
Cabe destacar que esa deidad fue realmente significativa en el pensamiento de las culturas mesoamericanas ya que a ese animal se le atribuía haber robado el fuego para darlo a los humanos.
En entrevista con La Jornada, Bernal Romero explicó que este descubrimiento se alcanzó luego de reconstruir el tablero gráfico Este. El Ciclo-63 «es una especie de eslabón perdido, de engrane que faltaba«, pues se conocían otros: de siete, nueve y 819 días, dijo.
“Existe una posibilidad interesante de que la deidad tlacoache sea una personificación de Saturno, pues el cruce de trayectoria entre este planeta y el Sol se da cada 378 días, cifra que se obtiene multiplicando el número del ciclo, 63, por seis”, dijo para La Jornada el investigador universitario.
Bernal Romero reconoció la cooperación del arqueólogo Arnoldo González Cruz, director del Proyecto Arqueológico Palenque del INAH, quien le abrió las puertas de ese centro ceremonial en 1998, y a la restauradora Luz de Lourdes Herbert, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, quien lo invitó a hacer una temporada de campo el año pasado.
En un comunicado, el investigador aclaró que éste es apenas un detalle de una tarea más amplia en Palenque, donde lleva a cabo la reconstrucción general de la histórica dinástica de esa emblemática ciudad del periodo Clásico Maya.
Chiapa de Corzo – Zona Arqueológica
La Zona Arqueológica de Chiapa de Corzo, a sólo dos kilómetros del río Grijalva, en Chiapas, es uno de los pocos asentamientos de la cultura zoque abiertos en el país. Se trata de un antiguo centro ceremonial y administrativo, cuyo origen se remonta a casi 3 mil 500 años, que sirvió como punto estratégico en las rutas de comercio entre el Golfo y el Pacífico.
El señorío de los zoques
En el sitio arqueológico el visitante podrá apreciar tres edificios principales, construidos durante el apogeo del sitio, hace más de mil años, denominados Estructura 1 o El Palacio, Estructura 5 y Estructura 7, donde residieron los gobernantes zoques de este antiguo centro rector.
“Son los ejemplos más representativos donde se desarrollaban las actividades rituales y administrativas durante las últimas etapas constructivas, hacia 900 d. C. Se estima que por esas fechas llegó a tener alrededor de 70 mil habitantes, quienes vivían en los alrededores”, explicó el arqueólogo Adán Pacheco Benítez, director del Proyecto Arqueológico Chiapa de Corzo.
Esta antigua ciudad, detalló, fue fundada hacia el año 1400 a. C., y a partir de entonces tuvo una ocupación y crecimiento constantes. “En distintos momentos Chiapa de Corzo sostuvo contacto con las culturas olmeca y maya. Particularmente mantuvo una fuerte relación con grupos olmecas, alrededor de los años 850 y 450 a. C., debido a su cercanía con centros como San Lorenzo, La Venta e Izapa.
“Posteriormente, se dio el vínculo con los mayas, a partir del año 400 a. C., como lo revelan los hallazgos de material cerámico que se encontró durante las excavaciones. Esta relación fue también estrecha, al grado de que los zoques adoptaron la llamada alfarería maya sierra rojo, que la adoptaron y comenzaron a manufacturar localmente”, abundó.
Durante la excavación y restauración del sitio se han hallado cerca de 60 mil fragmentos de cerámica, de los cuales la mitad han sido analizados, y a partir de lo cual se han determinado las distintas ocupaciones que tuvo el área. Asimismo, en el 2007 se registró el descubrimiento de los restos óseos, muy erosionados, de una mujer con aproximadamente 1.55 metros de estatura, y que pudo haber fallecido a los 40 años de edad. Hasta el momento no se ha precisado su antigüedad.
Sobre las causas por las que este sitio fue abandonado, las hipótesis apuntan a cambios en las rutas de comercio o conflictos internos.
La Zona Arqueológica de Chiapa de Corzo se localiza a 17 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, en el Barrio Benito Juárez en el municipio de Chiapa de Corzo. El público interesado puede visitarla de lunes a domingo de 9 a 17 horas.
Foto: Flickr
Referencia: http://www.inah.gob.mx
Yaxchilán
Yaxchilán, surge como una ciudad perdida en la jungla, sitio arqueológico contemporáneo de Tonina y Bonampak, famoso por su arte escultórico reflejado en sus dinteles y por sus edificaciones. Hay textos distribuidos en las estelas, altares y los remates de las puertas o dinteles de sus construcciones.
Yaxchilán es una ciudad maya localizada en las orillas del río Usumacinta. Fue una de las principales zonas en el periodo clásico, del 250 al 900 d.c. Yaxchilán dominó otros sitios más pequeños como Bonampak, y estuvo mucho tiempo aliada a Piedras Negras, y durante un tiempo a Tikal en Guatemala.
Yaxchilán sostuvo una guerra con Palenque en el 654 d.c. La ciudad Estado creció hasta convertirse en una capital regional y sus dinastías perduraron hasta inicios del siglo IX.
Yaxchilán tuvo su máximo apogeo durante el reinado del rey Escudo-Jaguar II, quien murió más allá de los 90 años en el 742 d.c. Además Yaxchilán tuvo diversos edificios que fueron protagonistas en éste periodo.
Una de estas estelas dice que la ciudad fue fundada en el año 514 de nuesra era y otra estela posterior señala a un gobernante llamado Escudo Jaguar. Los edificios de la ciudad están asentados en elevaciones que bordean el río Usumacinta y la zona arqueológica fue decretada como Monumeno Nacional en el año de 1946.
El desarrollo de la ciudad de Yaxchilán
Para su desarrollo, este sitio monumental que perdurá hasta el año 850 d.C., contó desde el inicio con abundancia de agua, amplias tierrasde cultivo, vastos recursos naturales, tanto de flora como de fauna, así como materia prima para la construcción y realiazación de su arquitectura y escultura. Todo esto, además de una población creciente, le permitieron convertirse en una entidad política y social que extendió sus limites hasta abarcar una amplia región, donde se localiza hoy en día otras ciudades prehispánicas, como Bonampak, Piedras Negras, La Pasadita, Palenque, Toniná, Cibal, Altar de Sacrifios, Pomoná, Lacanhá, Motul de San José, Tikal y el Perú. Con estos y muchos más sitios, Yaxchilán comprate un sinnúmero de caracteristicas culturales, como son, entre otras, la arquitectura, la cerámica, las inscripciones y un ideal estético común.
Los monumentos de Yaxchilán
En Yaxchilán, los monumentos escultóricos con motivos antropomorfos e incripciones tienen características únicas; cuenta con más de 110, entre los cualesexiste una notable abundancia de dinteles y escaleras. Los dinteles, en su gran mayoría, fueron labrados en la cara inferior y están colocados en la sección superior de los accesos a los edificios; por su parte, en las escaleras los motivos se trazan tanto en el peralte como en la huella. Otros monumentos labrados son las estelas, con imágenes en el reverso y en el anverso, además de altares y una serie de esculturas antropomorfas y zoomorfas.
Las inscripciones de Yaxchilán
Yaxchilán posee uno de los mayores conjuntos de monumentos escultóricos del Clásico Maya, y en ellos se desarrolló un sofisticado sistema de escriturs jeroglifica. A través de su interpretación ha sido posible que los especialistas se adentren en una parte importante del mundo y las ideas de aquella cultura milenaria. Se han identificado poco más de veinte glifos «Emblema», caracteres que, se han propuesto, identifican a ciudades especificas, y de los cuales existen uno o más por cada urbe según la época. Estos aparentemente se unen con ciudades menores y aldeasdentro de un amplioterritorio, para conformar así unidades politicas especificas
Video de la Zona Arqueológica de Yaxchilán
Información para el Turista
Ubicación: A orillas del rio Usumacinta en Chiapas
Tiempo de Llegada: Desde Comitán 5hrs. aprx.
Horario : Lunes a Domingo de 9:00 a 17:00 hrs.
Costos aproximados : $46.00 por persona. (GRATUITO: estudiantes, maestros, adultos mayores, con credencial vigente así como domingos y días festivos). El costo de la lancha Varía de 1 – 3 personas $650, 5 -7 personas $950 y de 8 a 10 personas $1,300.
Cómo llegar :
Ubicado a 173 km. de Palenque, partiendo primero por la carretera federal No. 199 y después por la Fronteriza del Sur, hasta el crucero Corozal; desde aquí se transita por un desvío de 13 kilómetros que conduce finalmente a Frontera Corozal, en donde se abordará la lancha en un recorrido de aproximadamente 1 hora, para arribar a la zona arqueológica.
Otra opción es via aérea: en el estado de Tabasco, desde Villahermosa o Tenosique; en Chiapas, desde Ocosingo, Palenque, Comitán, San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez.
Tips
Le sugerimos utilizar vestuario fresco y calzado cómodo debido al clima caluroso que ahí predomina; asimismo, debido a su ubicación, conocer este lugar puede causarle ciertas incomodidades físicas, por lo que le recomendamos ir preparado para cualquier eventualidad que pudiera presentarse.
Contacto : Tel. 01 916 3483406, 916 87920.
Referencias de la Nota:
internet: turismochiapas.gob
Revista: Yaxchilan – Roberto García Moll
INAH abrirá dos nuevas zonas arqueológicas en Chiapas
“Vamos a terminar esta administración con 12 sitios arqueológicos abiertos en México”, afirmó el Primer Mandatario, al adelantar que los otros cinco que se habilitan para su apertura el año próximo son: San Miguelito (Quintana Roo), Cerro de Trincheras (Sonora), Lagartero e Iglesia Vieja (Chiapas) y Atzompa (Oaxaca).
De Maria y Campos dijo que para abrir nuevas zonas arqueológicas, el INAH requiere que se cumplan cuatro condiciones: que la tenencia de la tierra sea legal y pacífica; que el sitio tenga un proyecto de investigación a mediano y largo plazo; que cuente con servicios e información para el visitante y, por último, que genere fuentes de trabajo.
Mediante este esfuerzo integral e interinstitucional, se reproduce este modelo a nivel nacional, “lo que ha permitido crear en la Sierra Gorda un nuevo polo de atracción para el visitante, que cuenta con esta espléndida reserva natural. De manera que ahora Tancama se suma a los otros dos sitios arqueológicos que el INAH opera en Querétaro: Ranas y Toluquilla”, destacó.
Tancama, Cerro de Fuego
Como parte de estos entierros, se hallaron algunas ofrendas, una de ellas integrada por espinas de mantarraya y restos de otras especies marinas, además de diversos objetos de cerámica. “En otra se hallaron ornamentos de cobre, como un par de aretes que tienen forma de flor y del cual pende una mariposa que se aproxima a libar el néctar. Así, la mariposa y el Cerro de Fuego han sido utilizados para crear el símbolo que identifica a esta nueva zona arqueológica”, explicó el arqueólogo Quiroz Moreno.
Nuevas zonas que abrirá el INAH en 2012
Lagartero (Chiapas)
Se localiza en el municipio chiapaneco La Trinitaria, en la frontera de México con Guatemala, en las afluentes del río Grijalva. La ocupación humana en Lagartero inicia desde el 450 a.C. al 250 d.C., pero registra su máximo apogeo hacia el Clásico Tardío, entre los años 700 y 900 d.C., cuando se edifica la mayor parte de las estructuras que conforman el centro urbano.
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Iglesia Vieja (Chiapas)
Ubicado en Tonalá, Chiapas, este sitio prehispánico destaca por su arquitectura compuesta por grandes bloques de piedra —de más de 2 metros y una tonelada de peso—, que rompen toda norma de la arquitectura mesoamericana conocida. Fue ocupado entre los años 250 y 450 d. C., en el periodo Clásico Temprano, por un grupo local perteneciente a la cultura zoque.
Ubicación:
A 15 kilómetros de Tonalá por la carretera que se dirige a Arriaga ( 6km por carretera federal y 9km por camino de terracería)
Horario:
De Lunes a viernes de 10:00 a 14:00 hrs y de 18:00 a 20:00 hrs. El acceso a la zona arqueológica es de cooperación voluntaria.
Tips: No hay servicios. Quien quiera visitar este sitio tiene que contactarse con la oficina de turismo del municipio de Tonalá a teléfono: ( 01 966 ) 663 1043.
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San Miguelito (Quintana Roo)
Perteneciente a la cultura maya, el sitio se localiza en el bulevar Kukulcán, donde también se construye el nuevo Museo Arqueológico de Cancún, que albergará piezas prehispánicas halladas en diversos sitios de Quintana Roo.
Cerro de Trincheras (Sonora)
Se ubica en el poblado del mismo nombre, en la parte media del valle del río Magdalena. Fue centro rector de las comunidades de la tradición Trincheras de 1300 a 1450 d.C.; entre sus elementos arquitectónicos destacan estructuras como la Cancha, el Caracol y el Mirador.
Atzompa (Oaxaca)
Cercana a la ciudad de Oaxaca, Atzompa, junto con los conjuntos Cerro del Gallo, El Plumaje, Monte Albán Chico y El Mogollito, rodean el espacio principal de Monte Albán; este asentamiento funcionó como una “pequeña ciudad satélite” de la urbe zapoteca de Monte Albán, hacia 650-850 d. C. En este sitio se han hallado tres canchas de juego de pelota, una de ellas de 20 metros de longitud.
Zonas arqueológicas abiertas en el sexenio
Tancama (Querétaro), Tehuacalco y Soledad de Maciel (Guerrero), Peralta y Cañada de la Virgen (Guanajuato), Chiapa de Corzo (Chiapas) y Bocana del Río Copalita (Oaxaca).