TOJOLABALES
(El tiempo hace de la suya, como la gota que desgasta a la piedra)
La indumentaria tradicional tojolabal está en desuso, sobre todo entre la población masculina. Las camisas de manta con coloridos bordados en el cuello y las mangas, el sombrero, los huaraches y la morraleta fueron sustituidos por mochilas, botas y gorras de beisbolista que con facilidad se compran en los mercados de Las Margaritas y Comitán. Sólo los hombres mayores utilizan en las ocasiones especiales la blusa tradicional o tojol k’u’.
Las mujeres son más entusiastas en la conservación de la vestimenta tradicional
o al menos, distintiva.
(esto ocurre en cualquier cultura, basta con ir a san cristobal y darse cuenta que son pocos los hombres que visten su traje tradicional, las mujeres son quienes rescatan un poco de su cultura)
Las mujeres visten blusas de manta con mangas cortas y bordadas hasta el cuello y faldas de satín brillante llena de tablones que pacientemente cosen y adornan con encajes y listones de colores. Las mujeres usan, además, un pañuelo en la cabeza, collares y aretes.
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Tojolabal significa
Los tojolabales forman parte de los grupos mayences. Se llaman a sí mismos tojolwinik’otik, «hombres legítimos o verdaderos». Son conocidos por el nombre del idioma que hablan: tojolabal, que viene de las raíces tojol: «legítimo» y ab’al: «palabra
Lengua Tradicional Tojolabal
El tojolabal forma parte de los idiomas mayenses o mayances y muestra una estrecha vecindad con el chuj, hablado en el área de los cuchumatanes, Guatemala. La población tojolabal monolingüe es reducida, pues casi todos han recibido algún tipo de instrucción en español, o bien, debido a la interacción con los mestizos que impone el uso de esta misma lengua.
La lengua materna es la dominante en los asuntos domésticos, intra e interfamiliares, aunque para aquellos que aspiran a ser autoridad de la comunidad es condición indispensable el uso más o menos fluido del español.
Tres Regiones Tojolabales
La región de Los Valles margariteños corresonde a la porción más baja de la altiplanicie chiapaneca, conocida también como la región de Los Llanos de Comitán, en donde la altura máxima asciende a los 1000 0 1500 metros sobre el nivel del mar (msnm). Esta región ha sido habitada por la población tojolabal desde los tiempos previos a la Conquista; pero con el crecimiento de las fincas. en el siglo XIX la presencia indígena se circunscribió a la parte central del municipio de las Margaritas. Es aquí, en Los Valles, donde la Cultura Tojolabal sobrevivió los embates de la Conquista y se resguardó en los linderos de las fincas, pero también fue en estas tierras donde los tojolabales resistieron y se enfrentaron a los interes de las familias más poderosas del estado de Chiapas.
MATRIMONIO
El rito de matrimonio entre los tojolabales, denominado nupanel, forma parte de una serie de ceremonias que marcan las distintas etapas del ciclo de vida de las personas, desde el nacimiento hasta la muerte. En las últimas décadas la influencia de distiontes credos religiosos y la división política en las comunidades han ajustado las prácticas culturales a nuevas condiciones. Después de 1970, la influencia de la iglesia católica en toda la región tojolabal fue tan importante que convirtió el matrimonio eclesiástico o nupael b´a iglesiya – en la forma más aceptada entre la población tojolabal, con el argumento del alto costo que representaba para las familias de los novios realizar la ceremonia que dicta la costumbre y, además, el largo proceso que requiere de preparación, lo que orillaba a mcuhas parejas a optar por la huída, aunque después tuvieran que pagar una multa a la comunidad por la falta cometida.
Cosmovisión Tojolabal
El universo se concibe como integrado por tres niveles: el satk’inal o «cielo», el lumk’inal o «espacio terrestre» y el k’ik’inal o «inframundo». Cada uno está habitado por seres cuya intervención puede influir tanto en la armonía comunal como en la individual. A lo largo de su vida, el indígena procura mantener el equilibrio entre las distintas fuerzas que pueblan el universo; una manera de mantenerlo es mediante la observancia de los rituales tradicionales que mezclan elementos cristianos con otros de origen prehispánico. Tal es el caso del carnaval comunitario o ta’an k’oy. Tanto los mitos como las consejas de la tradición oral hablan de cómo el abandono de los rituales y «la costumbre» pueden provocar trastornos al individuo y a la comunidad.
Fiestas que celebran los Tojolabales
Hay cuatro romerías que ocupan un rango primario entre las comunidades tojolabales. Tres de ellas se realizan antes de iniciarse las lluvias y tienen como objetivo solicitar la intervención de los santos visitados (santo Tomás en Oxchuc, san Bartolomé en Venustiano Carranza y san Mateo en Ixtatán) para obtener agua suficiente. Estas peregrinaciones tienen como meta asentamientos no tojolabales y su dirección está a cargo de tzeltales residentes en el pueblo de La Trinitaria. Sólo la romería de Santa Margarita se lleva a cabo en plena temporada de lluvias; sin embargo, las romerías son actividades en decadencia, sobre todo en las comunidades selváticas.
La música ocupa un lugar privilegiado en las ceremonias. Los ritos se acompañan con música de tambores y de flauta, y se emplean en ellos copal, flores, cohetes y aguardiente. En las ocasiones festivas no rituales tocan también la guitarra, el violín y la armónica.