ASI ES COMITAN (3)

ASI ES COMITAN (3)
COMITAN DE DOMINGUEZ

 

Poco a poco el precio de las cosas fue subiendo con la llegada de los “camineros” (como se les decían), y además como ya se podía llevar a vender a Tuxtla y San Cristóbal, así también fueron llegando nuevos productos, nuevas farmacias y comercios de mucha gente de San Cristóbal de las Casas. Así se empezó a saber de detergentes, fibras, jergas, productos de belleza, la forma de exhibir las mercancías en tiendas nuevas; telas de plástico y polietileno fueron cambiando trastos y envolturas. Las costumbres también fueron cambiando poco a poco. Se fueron imitando las de otros lugares porque fue llegando gente de muchas partes; y hubo bodas de señoritas de la ciudad con empleados de las compañías constructoras e ingenieros de las mismas… y así, Comitán fue cambiando en todos los aspectos y los “adelantos” fueron llegando hasta en la actualidad, viniendo a ser una ciudad fronteriza próspera y moderna.

A iniciativa de la Lic. Katyna de la Vega, en el año 1993 se formó el Patronato Pro-Conservación y Desarrollo de Comitán y empiezan los trabajos de remodelación del Centro Histórico de la ciudad; esfuerzo que ha transformado la imagen de la cabecera municipal y abierto la posibilidad de constituir a Comitán en una digna Puerta al Sur; ya que, además de su belleza natural e histórica, nuestro municipio tiene una posición geográfica estratégica para el turismo y comercio con Centroamérica y el Sureste Mexicano.

En efecto, Comitán de Domínguez se localiza al oriente del Estado de Chiapas, sobre la Carretera Panamericana. Tiene una altitud promedio de 1,600 metros sobre el nivel del mar. Limita al noroeste con el municipio de Amatenango del Valle; al norte, con el municipio de Chanal; al este, con Las Margaritas y La Independencia; al suroeste con La Trinitaria y Tzimol; y al oeste, con los municipios de Socoltenango y Villa Las Rosas. Su extensión territorial es de 1,043 kilómetros cuadrados. En su clima predomina el tipo templado subhúmedo con lluvias en verano; y, en el extremo sur el semicálido subhúmedo, con lluvias también en verano, La cabecera registra temperaturas medias anuales de 18º C. La dirección predominante del viento es suroeste-noroeste y con una precipitación pluvial de 1,020 mm al año

ASI ES COMITAN (2)

ASI ES COMITAN (2)
COMITAN DE DOMINGUEZ
Hasta el año de 1948 Comitán era una ciudad llena de tradiciones, con costumbres religiosas muy arraigadas, tranquilo por las noches. Casi toda la gente se conocía y se visitaban, se ayudaban en sus mutuas penas y alegrías, y se puede decir que era como una gran familia que gozaba con sus ferias, fiestas de cumpleaños, bodas, bautizos y paseos de campo los domingos; vacaciones en las fincas y ranchitos o temporadas en tiempos de cosecha o de marcar animales, las hierras tan llenas de alegría, moliendas.

Las calles eran empedradas en su mayoría. Habían también de pura tierra en lo que se llamaban las orillas de la ciudad, donde estaban las casas de la gente más humilde, todas con huertos frutales, flores, los techos de tejas de barro con soleras que llegan tapando media banqueta, éstas de lajas lustrosas o de piedras en forma de bolas; en sus orillas crecía formando bandas de verdor el zacatito que se mandaba quitar por lo regular en las fiestas patrias. Por estas calles transitaban bestias mulares, caballos y burros cargando carbón, leña, cal, tablas, tejamanil, todo traído para su venta de las rancherías vecinas.

En ese año llegaron las compañías constructoras de caminos El Águila y La Azteca. El cambio fue notorio. Llegó el progreso y llegaron con él nuevas costumbres. Se hizo ya fácil el traslado de materiales de construcción y muebles de baño como excusados de tipo inglés, lavabos, supliendo al excusado de madera con hoyos y el aguamanil de fierro o madera con su vasija y jarra de peltre o porcelana; después estufas, refrigeradores, dejaron atrás a los fogones de leña o de hornillas; materiales de construcción como la varilla, cemento, mosaicos y azulejos sustituyeron a los adobes, ladrillos y tejas de barro; poco a poco el tipo de construcción fue cambiando, las puertas de madera se cambiaron por rejas de fierro, soleras por cornisas. Posteriormente casas de dos pisos y muebles modernos. Se cambiaron las camas de latón o de madera por box spring, el confidente y mecedoras de junco por pullmans, los roperos de luna por closets.

La carretera pasando por las orillas de la ciudad partió en mitad muchos magueyales y sitios de árboles frutales; los dueños vendieron a bajo precio lo que quedó de ambos lados y otros los dejaron en el olvido.

Por tal motivo disminuyó la producción de pulque, materia prima para la elaboración del aguardiente comiteco y las frutas limas, naranjas, aguacates de magnifica calidad, también fueron cosechados en menor cantidad.

Para fines de 1950 ya estaba terminada la carretera hasta el Ocotal, hoy ciudad Cuauhtémoc (quedando el tramo San Cristóbal – Comitán en terracería).

ASI ES COMITAN (1)

ASI ES COMITAN (1)
COMITAN DE DOMINGUEZ

Durante la época prehispánica se llamó Balun Kanan, citándose entre las ciudades antiguas y populosas de los Maya Quiché. Según algunos historiadores, este nombre significa Nueve Luceros o Guardianes; de ahí, el nombre de “Lugar de las Nueve Estrellas”.

A la llegada de las tropas aztecas al mando de Titotol en 1486, Balún Kanan perdió no solo el nombre, sino la libertad. Al llamarle Comitlán, la identificaron en el libro de tributos con una olla, con lo cual su significado cambió por “Lugar de Alfareros”. Más tarde, en la época colonial, por decreto de las cortes Cádiz expedido con fecha 25 de octubre de 1813, dejó la categoría de pueblo para convertirse en Ciudad de Santa María de Comitán.

Entre 1821-1824 se le nombró Comitán; posteriormente, Comitán de las Flores (1925-1934); y, por decreto del 21 de noviembre de 1934 y en honor al doctor Belisario Domínguez, se llama Comitán de Domínguez; y, por último, Heroica Ciudad de Comitán de Domínguez (1984), por ser la cuna del grito libertario de independencia del Estado de Chiapas y gran parte de Centroamérica, promulgada por Fray Matías Antonio Córdoba y Ordóñez aquel 28 de agosto de 1821 en el templo de San Sebastián; para después, firmar el acta de independencia en la sala capitular del Convento Dominico (hoy Centro Cultural Rosario Castellanos) acompañado de las autoridades, funcionarios, políticos y gente del pueblo; acta que sería llevada a Guatemala, con lo cual Chiapas quedaba totalmente libre del dominio español.

Comitán, es una ciudad con pasado histórico hermoso desde aquel año de 1528 cuando Pedro Portocarrero, conquistador de la Provincia de los Llanos, fundó la Villa de San Cristóbal de los Llanos. Para entonces, Comitán era un poblado indígena importante, que seguiría su curso centenario o probablemente milenario hasta la actualidad.

Cada templo, cada casa y cada calle, guarda un recuerdo imperecedero de sus grandes luchas por la soberanía; y atesora, dentro de las páginas de su historia, los más nobles sentimientos hacia una organización libre y soberana, aunados con los principios de México y Chiapas

LOS PORTALES DE COMITAN Nº 2

LOS PORTALES
COMITAN DE DOMINGUEZ

En 1975, en medio de una gran conmoción para la ciudadanía y con el objeto de ampliar la Plaza Central, se demuele la manzana que estaba situada entre el templo de Santo Domingo y el parque, mejor conocida como «La Manzana de la Discordia», por los múltiples disgustos y problemas que se enfrentaron durante su adquisición por parte del Municipio. Para ese entonces, el portal original de esa manzana sobre la 1a Calle Sur Oriente, ya había sido demolido por los diferentes dueños de los locales comerciales que estaban por los años 1950-51.

Primero, dichos locales fueron ocupados por las talabarterías de don Amador Flores y don Primitivo Monjarás, las carpinterías de don Mariano Morales y don Adonay Herrera, casas habitación y la fábrica de muebles de mimbre de los hermanos Vicente y Gilberto Arguello. Después, cuando ya quitaron los portales, los nuevos dueños pusieron sus comercios. Así muchos deben recordar todavía La Joyería de don Carlos Escobar; La Imprenta y Proveedora Cultural de don Ramiro Ruiz; la Refaccionaria y distribuidora de autos de don Rodolfo Ñapóles; el primer Super Mercado Nueve Estrellas de don Límbano y doña Angelina Moreno; la Perfumería Carmelita, la Casa Ancheyta, la Casa Rubio, todos estos locales ya con construcciones modernas como la farmacia Regina de don Juan Torres, que era de dos pisos. También ahí estuvo anteriormente un comercio que revolucionó la forma de vender de las antiguas tiendas de telas y ropa de Comitán, llamada «Los precios de México» de los hermanos Salas, donde se exhibían las telas en rollos y uno podía tocarlas, cosa que nunca se había visto entonces, sino hasta la llegada de la carretera, que nos trajo los nuevos comercios como el que mencioné y la Casa Moreno, que estaba instalada en los bajos del hoy Teatro de la Ciudad.

En ese entonces durante el mes de septiembre, cerrando la calle entre los dos portales a la altura de la esquina que está frente a la Casa de la Cultura, se construía el Altar a la Patria.
En la temporada septembrina, los portales se llenaban de gente y la calle estaba llena de bancas y sillas que uno mandaba colocar con anterioridad para poder cómodamente oír el grito y ver los festejos de las Fiestas Patrias.
Los portales a ambos lados de esta 1a Calle Sur Oriente eran iguales y tenían gradas en las esquinas terminando en el nivel de la banqueta. El que todavía hoy se conserva salía a la banqueta del Casino Fronterizo; y el otro terminaba en la esquina, colindando con el portal que estaba frente al parque.
Antes de quitar el portal, en esta manzana había una pequeña calle sin salida, que se llamó en un tiempo «El Callejón de las Novedades o de las Sorpresas». En la esquina de este callejón estaba la tienda de don Efraín Culebro, quien alquilaba trastes para fiestas, vendía también unas tortillas de harina llamadas Aztecas, y que también funcionaba como casa de empeño, a donde uno llevaba diversos objetos para conseguir dinero, eso sí a muy altos intereses.
Por los años 1925 estuvo también en ese callejón la Estación Sismológica, atendida por don Aurelio Avendaño. Recuerdo que toda la gente veíamos con mucha curiosidad cuatro bolitas negras que giraban sobre el techo de esa casa, sin saber que se trataba de un instrumento de medición del viento. En ese callejón siempre se veían gallos de pelea amarrados a una estaca, con la pata protegida con una rondanita de cuero; saliendo de esa callecita ya empezaba la banqueta de la manzana.

Frente al templo de Santo Domingo estaba una casa muy grande que en diferentes tiempos fue hotel, cuartel, Oficinas de Hacienda del Estado y, por último, cuando se llevó a cabo la demolición de la manzana, era casa habitación propiedad del Sr. César Solís. Ahí se encontraban la tienda Selecciones, Consultorios Dentales y, en la esquina, La Casa León.

Frente al templo de Santo Domingo, al inicio de los años 50, estaban tres hermosos árboles de trueno, donde al salir de misa los enamorados esperaban a la novia para acompañarla a su casa; y donde los domingos esperaban la salida de las jóvenes del grupo de la Acción Católica de la Juventud Femenina, quienes asistían a la plática del padre Carlos J. Mandujano, en el salón adjunto al templo. Después, a las cuatro de la tarde se salía a dar vueltas al parque y a «colarse».

Derechos Reservados.
D.R. © Marta Dolores Albores A.
Septiembre1998

LOS PORTALES DE COMITAN

LOS PORTALES DE COMITAN DE DOMINGUEZ



L
os portales fueron hechos cuando el Misionero español Tinoco, fundó el Comitán Español, como se le llamó. Desde la fundación de la Ciudad, los portales sirvieron para comercios, y allá por el año 1925, los locales que estaban en los portales eran llamados “cajones” , pertenecientes a varios propietarios que los ocupaban o los daban rentados.

Así empezó la tienda de Don Virgilio Trujillo y su esposa Doña Margarita Monzón, quienes en sus máquinas de coser elaboraban sombreros de palma que vendían ahí mismo. Los había para hombres, para niños y niñas adornados con cintas de listón o palmas de colores.

Seguían las tiendas de Doña Leobigilda y Doña Chagüita Abarca, otras eran de Doña Conchita Irecta, las hermanas Zenaida y Adriana Solórzano. En estas tiendas se vendía servilletas y manteles hechos en los telares de Comitán, colchas de Quijá y cobijas de lana de los telares de Ajayash y Chacaljocom. Después estaba la tienda de doña Amada y doña Carmen Irecta donde se compraba, además de muchas otras cosas, productos elaborados con fibra de ixtle para aperos de bestias de carga; como cinchas, sogas, tenedoras, etc. Ahí se encontraba el mejor pan de Comitán, entre los que destacaban los famosos panitos que se vendían a 20 por un medio, equivalente a 6 centavos de peso 0.720. Estos panitos eran una réplica de los panes grandes y eran muy acostumbrados en bautizos y primeras comuniones.

Por el año 1921, bajando las gradas estaba el cine Piconi construido por su propietario el señor Florentino Ruiz; y fue traído por el italiano Rafael Piconi y el manipulador Víctor Lacorti, habiendo llegado a Comitán los aparatos de proyección en carretas. La casa se adaptó para cine poniéndole paredes de tablas y techo de tejamanil. Las funciones eran dos veces por semana y se pasaban por rollos. Para entretener al público en el cambio de rollos, la señorita Natalia Albores tocaba unas piezas en piano; también, a la entrada tocaba la marimba y se quemaban cohetes.

Vinieron a este cine grandes Compañías de Teatro como la del señor Placencia y la de Enrique Crégoli Vargas que traía un gran declamador un ventrílocuo y sus dos bonitas hijas Julieta y María Teresa, de quienes muchos jóvenes comitecos estaban enamorados; también recordamos a Gabino el ventrílocuo, quien tenía pláticas con sus muñecos Chapapote Chirulero y don Eulogio de Silao.

Vino también un transformista que cambiaba de personajes con una gran rapidez. Ahí también fue la función de gala ofrecida por una comiteca que se casó con un artista de apellido Esperón y esta función fue apadrinada por lo mejor de la sociedad Comiteca.

Después del cine Piconi se estableció el cine Lux; el cual, quitándole las bancas, servía también de salón de patinaje; posteriormente al pasarse al cine Olimpia este local fue ocupado por el hotel de Doña Abelina Ruiz, no se porque motivo se le llamaba el Hotel Cuatro Vientos. Ahí vivió Roberto Cordero Citalán y algunos cuentan que ahí se inspiro y escribió el famoso bolero Comitán. Una de las hijas de la dueña del hotel era su novia; sobre esto hay otras versiones de donde fue escrito el bolero.

Después del hotel este local fue ocupado por la Aduana Fronteriza siendo el administrador Don Luis Maciel, después Don Alfredo Aburto y Doña Refugio Riojas norteños que fueron muy apreciados en Comitán, siendo una de sus hijas, Doña Alicia Aburto, quien se casó con el señor Alberto Rovelo.

Por el año de 1951 la entonces propietaria Señora Consuelo Cristiani Vda. de Delfín abre en este lugar el conocido Hotel que hoy se llama Posada Delfín

 

Derechos Reservados.
D.R. © Marta Dolores Albores A.
Septiembre1998
 

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