Por: Fredy López Arévalo

Carlos Eugenio Ruiz Hernández, antiguo director de la Facultad de Medicina, anterior secretario académico de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), y actual secretario de Salud en Chiapas, abre sus cartas y se declara dispuesto a concursar por el cargo de rector de la máxima casa de estudios del estado.

A la pregunta de si le va a entrar a la convocatoria para elegir o reelegir a quien deberá dirigir los destinos de la Unach en los próximos cuatro años, una vez que diputados chiapanecos aprobaron en comisiones “adecuaciones mínimas” a la Ley Orgánica que tal y como estaba representaba un “candado” para sus aspiraciones, por estar entre los académicos mayores de 60 años, no lo duda ni por un segundo y responde:

¡Clarooo…!, dice lacónico, a sabiendas de que su nombre aparece entre quienes quieren despachar en la llamada Colina Universitaria, en Tuxtla Gutiérrez.

Y exclama:

-¡A trabajar…!

No dice más, a la espera de que hoy mismo a las 10 de la mañana los 41 diputados que integran la LXVLegislatura retornen al pleno, en sesión extraordinaria, convocada ya por la diputada Itzel de León Villard, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso en Chiapas.

Carlos Eugenio Ruiz Hernández es un académico de reconocido prestigio, lo mismo que Jorge Luis Zuarth Macías, de la Facultad de Ciencias Agronómicas, anterior rector de la Universidad Politécnica de Chiapas, ambos sin embargo, mayores de 60 años, que con las “adecuaciones mínimas” a la Ley Orgánica de la Unach, podrán aspirar al cargo.

Pero no son los únicos, además claro está del propio rector Jaime Valls Esponda, quien también tendrá legalmente la posibilidad de reelegirse, tal y  las “adecuaciones mínimas” de la Ley Orgánica que ayer aprobaron los diputados en Comisiones de Educación y que hoy jueves a las 10 de la mañana será sometido a consideración del pleno en el Congreso chiapaneco, donde por cierto sindicalistas y académicos de la máxima casa de estudios han anunciado manifestaciones de protesta.

Entre los mencionados con curricula académica destacan Jorge Cosío Moreno, exdirector de la Facultad de Ciencias Agrícolas en Huehuetán y del Centro de Estudios Avanzados, actual subsecretario de ganadería del estado, y el mismo Oswaldo Chacón Rojas, antiguo consejero del IEPC, director por corto tiempo de la Facultad de Derecho en San Cristóbal de Las Casas, y actual rector de la Universidad Intercultural (Unich), también en San Cristóbal de Las Casas.

El abanico de postulantes es inexorable, como lo es también los padrinazgos políticos que ejercen presión para impulsar a sus propios aspirantes.

Van unos cuantos nombres.

En la Facultad de Arquitectura: Roberto Villers Aispuro y Franco Escamirosa Montalvo, profesores-investigadores; ambos provistos de larga trayectoria en el ámbito de la gestión y administración universitaria y educativa; de la Facultad de Ciencias Sociales: Jorge López Arévalo y Apolinar Oliva Velas, ambos académicos, profesores, doctores con curricula y prestigio académico internacional; de la Facultad de Humanidades: Carlos Rincón Ramírez, Juan Carlos Cabrera Fuentes, Lilia González Velázquez y Hugo Armando Aguilar, los tres primeros doctores, dedicados a la docencia y a la investigación.

Pero no son los únicos ni los más fuertes, políticamente hablando.

Entre los más bisoños de los aspirantes destaca el joven Luis Iván Camacho Morales, actual secretario académico de la Unach apuntalado por el propio rector Valls Esponda.

Y no termina la lista de aspirantes a conducir los destinos de la Unach en los próximos cuatro años:

Entre los aspirantes externos a la institución, figuran Roberto Domínguez Castellanos, actual rector de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicah), Juan Carlos Gómez Aranda, secretario de Planeación del gobierno del Estado, y Plácido Morales Vázquez, coordinador de Gabinete del gobierno de Manuel Velasco Coello.

Uno más: Harvey Gutiérrez Álvarez, diputado federal por el PRI y reconocido empresario educativo (es dueño de la UVG), con el padrinazgo del secretario de Educación Pública a nivel federal, Emilio ChuayffetChemor.

Por eso las “adecuaciones mínimas” a la Ley Orgánica de la Unach, para no agraviar a nadie y que sea la Junta de Gobierno de la Unach donde se resuelva, en definitiva, quién será el ungido o sí se mantendrá Valls Esponda en caso de la reelección, que hoy mismo deberá quedar aprobada por el voto mayoritario de los 41 diputados que integran la LXV Legislatura.

Será pues la “Junta de Gobierno” de la Unach una especie de “Caja China” del film “La dictadura perfecta”, donde midan fuerza y se confronten o armonicen los intereses políticos e incluso económicos de los grupos de poder que se disputan la dirección y control de la Unach con todo lo que ello implica y frente a los acontecimientos que empañan y han ensangrentado al país.