Rosa Liberta Xiap Riscajche (Ali Roxox), mujer Maya-K’iche’ de Guatemala, que en días pasados vivió una experiencia de racismo y discriminación al ser  expulsada de la cafetería “Oh La La. Pastelería Francesa” en San Cristóbal de Las Casas, exige una denuncia pública de parte de este negocio comercial.

A través de un comunicado dice que el reclamo no es solo suyo, sino de la sociedad civil, la comunidad universitaria de la que forma parte, así como de las autoridades académicas del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) en la que actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Sociales y Humanísticas.

Su inconformidad la da a conocer como mujer indígena, a nombre de todas las mujeres y todos los niños y niñas indígenas discriminadas y maltratadas en esa ciudad; independientemente de su escolaridad. “Considero que la condena que se ha suscitado alrededor de mi caso, no debe responder al hecho que yo soy una estudiante de posgrado; sino a la discriminación misma”, dice en su carta enviada a los medios de comunicación.

Rosa Liberta narra que el 12 de noviembre, en compañía de Monserrat Balcorta, compañera de estudios, se dirigió a tomar un café en la cafetería “Oh La La. Pastelería Francesa’, pero una empleada, a gritos, le pidió que no ingresara a vender. Lo anterior, debido a que prejuzgó su vestimenta tradicional, originaria del municipio de Almolonga, Quetzaltenango, Guatemala.

Continúa su relato: Inmediatamente después de la agresión, nos retiramos del lugar y acudimos a otra sucursal de esta cafetería, que atiende su dueño, para indicarle lo sucedido. Su primera reacción fue de incredulidad, afirmando que tal cosa era imposible que ocurriera, ya que ellos todos los días “regalamos pan a los niños de la calle”; según nos dijo.

La doctorante menciona que no es la primera vez que ocurre una situación semejante ya que le niegan el ingreso en algunos negocios comerciales a ejercer su derecho como consumidora, por motivo del estigma a mi identidad étnica. Ante esta situación “las cámaras comerciales, las autoridades municipales, estatales y nacionales; quienes, observo, son omisos en reaccionar frente a estas flagrantes violaciones a los Derechos Humanos”, dice.

Aunque este agravio fue denunciado en redes sociales y provocó serias críticas hacia ese establecimiento y la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México; la Comisión Presidencial contra el Racismo y la Discriminación (CODISRA) de Guatemala, y el Consulado de Guatemala en Comitán; el establecimiento solamente se limitó a mencionar que fue un “malentendido” por parte de una empleada del café, no de la empresa.

Rosa Liberta dice que si bien la acción de la agresión racista fue realizada por una trabajadora de la cafetería “Oh La La. Pastelería Francesa”; ella lo hizo cumpliendo órdenes; respondiendo a las políticas de la empresa. Por lo que el dueño de la pastelería, no puede ignorar su responsabilidad en este evento. Además, sería doblemente agraviante, que la trabajadora sea despedida por cumplir con fidelidad las órdenes de su patrón.

“Erradicar el racismo y la discriminación nos involucra a todos los actores sociales, porque ésta es resultado de una construcción histórica, de una relación colonial, que no se ha superado. Por lo que muchos de los retos para superar el racismo y la discriminación, están en cada uno de nosotros, que hacemos a la sociedad misma” menciona en el comunicado.

De esta manera, sugiere que sería deseable que el gobierno municipal inicie y desarrolle una “Campaña de cero tolerancia al racismo y la discriminación” en las calles; espacios públicos y comerciales, en San Cristóbal de Las Casas, “la cuna de la cultura” en Chiapas.