En los comentarios de la página nos hicieron mención sobre la tradición del K´oktakín, lo hemos escuchado y nos fuimos a investigar, (me fuí con mi mamá y abuelita) pa donde voy hay van. creo que y no lo mencionare mucho por estos rumbos. Encontre lo siguiente y aquí se los comparto

El K´oktakín es una actividad del ritual indígena que ha sido olvidada por los antropólogos que investigaron los grupos indígenas tanto de Los Altos de Chiapas como de las otras regiones del Estado. Pozas  en su brillante monografía “Chamula”, Vogt (Los Zinacantecos ) y Ruz (”Los Legítimos Hombres”) describen el K´insanto ( fiesta de todos los santos y fiesta de todos los muertos) y únicamente hacen mención del K´oktakín. Creció la población de las comunidades, transcurrió el tiempo pero la forma de organización se mantiene como un rasgo cultural resistente a los embates que diariamente sufre la cultura tradicional.

Durante el trabajo de campo que se realizo entre 1984-1987 en la región de la Cañada, en el Municipio de las Margaritas, convivimos con los tojolabales, grupo étnico dominante, y en más de una ocación nos invitaron a participar de este evento. A fines del mes de octubre el “Kinsanto” se inicia con el K´oktakín. Los lugareños se reúnen para organizarse y cooperar económicamente para la compra de una ó más reses, las cuales son compradas a algún miembro de la comunidad que cuente con buen ganado ó, en su defecto, se adquiere en algún otro lugar cercano o lejano. Los encargados de la compra hacen el pago y regresan al lugar y dejan el animal uno o varios días en los terrenos comunales que cuenten con pastizales.

Al filo de las 5 de la mañana salen todos los lugareños en busca del animal y se celebra una supuesta cacería en los alrededores de la comunidad. En grupo los hombres corretean al animal hasta que lo cansan y es tomado por ellos para darle muerte, ya no como si fuera un animal de caza sino un animal doméstico. Enseguida se reúnen hombres y mujeres de toda la comunidad, llevando consigo un recipiente grande, forman un círculo y a cada uno se le entrega un pedazo de carne, de hueso, de víscera, de cola, de pata, un poco de sangre, etc., a fin de que a todos les toque un pedazo proporcional de las partes que componen el cuerpo de la res.

Mientras esto ocurre, los hombres que no participaron de la “supuesta cacería” son sancionados y deben llevar al acto de repartición una botella de aguardiente que se reparte entre los participantes en un vaso pequeño de peltre. Algunos lo toman y otros lo guardan en alguna botella vacía que han llevado para tal fin. Quienes guardan el aguardiente lo reparten igualmente entre todos.  Finalmente se inicia el retiro y las mujeres con los niños son los primeros en salir del lugar llevándose consigo la parte del k´oktakín que le tocó. Al día siguiente es cocinada la carne de res, ya sea asada o con verduras y se convierte en comida familiar.

Flor de María Esponda A.
31 de octubre del 2005